Líderes religiosos en la Ciudad de Buenos Aires ratificaron que la práctica religiosa en tiempo de pandemia «no es una actividad esencial, es una necesidad vital» y advirtieron sobre los intentos por invisibilizar a Dios en este contexto, en una declaración conjunta titulada ‘Los derechos del pueblo argentino de relacionarse con Dios y practicar su culto en todo tiempo’, con fecha del martes 14 de julio, tras varios encuentros con las autoridades del gobierno porteño.
«Nosotros sabemos y proclamamos que la práctica de nuestros credos no son una actividad esencial, sino una necesidad vital para la población. Los sentimientos espirituales en el pueblo son tan importantes como la vida misma», aseguraron el cardenal y arzobispo de Buenos Aires, Mario Poli; el rabino Gabriel Davidovich; el eparca de los Armenios, Pablo Hakimian; y el arzobispo de la Iglesia ortodoxa griega de Buenos Aires y Sudamérica, Iosif Bosch, quienes firmaron el documento en el que explicaron la importancia de la práctica religiosa que fue entregado en mano al jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, con una copia al director de Entidades y Cultos, Federico Pugliese.
Denunciaron que no deja de preocuparles «profundamente cómo se intenta invisibilizar a Dios». «Aparentemente se lo ha corrido de la escena, como si la superación de lo que nos desafía solamente estuviera en manos de un estado omnipotente. No se lo menciona ni se lo tiene en cuenta, desconociendo que el nuestro es un pueblo de fe, y que es fundamental el apoyo de las comunidades religiosas para que el Estado pueda aplicar con éxito las medidas para enfrentar la emergencia», explicaron, al sostener que «es muy necesario, que en este tiempo podamos elevar nuestras oraciones y celebrar –conforme a nuestros ritos y en nuestros lugares de oración–, por el fin de esta pandemia».