Islamistas vinculados al Estado Islámico (EI) decapitan a cuatro cristianos, en la zona de Poso, Célebes central, en Indonesia. Las víctimas fatales son 2 hombres y 2 mujeres que pertenecían a la etnia local toraja. Las autoridades atribuyeron la responsabilidad del ataque a los muyahidines del este de Indonesia (MIT), un grupo fundamentalista vinculado al EI. En noviembre pasado, los yihadistas decapitaron a cuatro cristianos en la aldea de Lemban Tongoa.
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Los restos de Marten Solo y su madre Simson Susah fueron encontrados decapitados en un campo agrícola de su propiedad, mientras que a unos 2 kilómetros de distancia se encontraron los cadáveres de Paulus Papa y Lukas Lesek. El vocero del presidente Joko Widodo condenó lo ocurrido y prometió capturar a los terroristas involucrados en el ataque. El reverendo Jetroson Rense, presidente del Sínodo Protestante en Célebes Central, pidió al gobierno indonesio que tomara medidas rápidas para garantizar la seguridad de los habitantes de Poso.
«Las autoridades deben arrestar a los culpables y llevarlos ante la justicia», exigió Rense, al reiterar que la presencia de los islamistas, vinculados al Estado Islámico aterroriza, a la población local. El pastor Jacky Manuputty, secretario general del Sínodo Protestante en Indonesia, precisó que los yihadistas recurren a métodos brutales como la decapitación para atemorizar a los agricultores de Poso y mantenerlos alejados de sus propias tierras agrícolas. Además, evidenció su sorpresa, al recordar que las Fuerzas de Seguridad todavía no lograron derrotan a la pequeña formación islamista.
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