La fundación Ayuda a la Iglesia Necesitada (AIN) denunció que un grupo extremista islamista activo en la región estaría exigiendo un impuesto —jizya— de 25.000 francos CFA —unos 40 dólares— a los adultos cristianos mayores de 18 años en Douna-Pen, la aldea cristiana más grande en la parte oriental de Koro, Mopti. El pago sería ahora una condición para practicar su religión libremente.
Síganos en el canal de WhatsApp
Colabore con Verdad en Libertad
Los yihadistas dejaron claras sus demandas, al recolectar el dinero de la comunidad con total impunidad hace unos pocos días, denunciaron a AIN fuentes fidedignas que prefieren permanecer el anonimato por motivos de seguridad. Aseveraron que a quienes no pudieron o no quisieron obedecer se les habría advertido del cierre forzoso de sus lugares de culto. La situación se había dado por primera vez en la localidad de Dougouténé, cuyos residentes fueron los primeros en pagar la jizya, una especie de impuesto religioso.
Douna-Pen se tuvo que enfrentar al mismo destino. Los habitantes de la región temen que las acciones de los islamistas se extiendan a otras aldeas, al amenazar aún más la libertad religiosa y la seguridad local. Anteriormente, los islamistas ya habían exigido el cierre de las iglesias, protestantes y católicas, en Douna-Pen. Durante un tiempo, se les permitió a los residentes practicar su fe, aunque sin el uso de instrumentos musicales durante los servicios de adoración.
Puede interesarle: Liberan al padre Hans, misionero alemán secuestrado en Malí hace más de un año.