Los cristianos de Qaraqosh, el centro cristiano más importante de la Llanura de Nínive, en el norte de Irak, celebraron la instalación de una estatua de la Virgen María, el jueves 14 de enero, en el campanario de una iglesia siro-católica que fue destruida por el Estado Islámico durante el período de ocupación, a partir de la segunda mitad del 2014 —la ciudad fue liberada de los yihadistas 2 años después, en 2016—. Los extremistas incendiaron el templo y destrozaron todos los símbolos cristianos en su interior. Posteriormente, la estructura del templo católico fue reconstruida en los últimos años, tras los esfuerzos y el gran compromiso de la comunidad local.
El sacerdote y responsable de la comunidad cristiana de Karamles, Paul Thabit Mekko, recordó que «el campanario de esta iglesia, el más grande de la Llanura de Nínive, fue arrasado en el momento de la liberación; usaron un misil o una bomba, no lo sabemos exactamente». «Del campanario sólo quedó una parte, que fue reconstruida y, como novedad, se decidió colocar una estatua de la Santísima Virgen en la parte superior, como hicimos hace dos años en Karamles», precisó el presbítero, al referirse a la colocación de una estatua de la Virgen María en una iglesia destruida.
Mekko explicó que la iglesia de Qaraqosh, cuyo nombre fue tomado del imperio turco otomano —los cristianos prefieren llamarla por el nombre arameo: Bakhdida— está dedicada «a la Inmaculada, a María Purísima», y por eso «en el momento de la reconstrucción se decidió colocar allí una estatua». Sostuvo que «la evangelización» en su «tierra que espera la visita del Papa Francisco» en medio de dudas e incertidumbres «también pasa por el arte, que es fundamental para mantener la identidad». La obra fue creada por un artista y escultor cristiano local.
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