La Iglesia en Japón conmemora a las víctimas del ataque a Hiroshima y Nagasaki —el 6 y 9 de agosto de 1945—, en su 77 aniversario, del 6 al 15 de agosto próximo, con el mensaje ’10 días de oración por la paz’. El arzobispo de Tokio y presidente de la Conferencia Episcopal de Japón, Isao Kikuchi, consideró que este es «un año en el que la paz ha sido violentamente pisoteada», al indicar que enfrentamos «una nueva crisis por la que tendremos que rezar en estos 10 días de oración por la paz».
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Precisó que «se dejó de lado la dignidad de la vida y su protección», tras recordar que el Papa Francisco destacó la importancia de la solidaridad en la protección de la vida humana y en el afrontar unidos las crisis. «El don de Dios de la vida debe ser preservado de principio a fin. Los que vivimos en esta casa común estamos llamados a defender la vida humana desde la concepción hasta la muerte», afirmó el prelado.
«En nuestros 10 días de oración por la paz, se nos da tiempo para reflexionar y actuar por la paz. Toda guerra trae consigo consecuencias que afectan a toda la familia humana: desde el dolor y el luto hasta el drama de los refugiados, pasando por las crisis económicas y alimentarias. ¡Dejémonos conquistar por la paz de Cristo! La paz es posible, la paz es un deber, la paz es responsabilidad primordial de todos», aseguró Kikuchi, después de que la Iglesia en Japón conmemora 77 aniversario del ataque a Hiroshima y Nagasaki.
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