La Iglesia en España celebró al Apóstol Santiago, el martes 25 de julio, con una Misa central en la catedral de Santiago de Compostela, presidida por el arzobispo local, Francisco Prieto, la cual fue en su primera fiesta al frente de la jurisdicción eclesiástica, tras ser nombrado por el Papa Francisco y tomar posesión el 3 de junio pasado y como sucesor de Julián Barrio, que estuvo en la sede 27 años.
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El presidente de la Xunta de Galicia, Alfonso Rueda, ejerció por primera vez, como delegado regio en la Ofrenda Nacional al patrón de España. El rey Felipe VI fue el encargado de ejercer el 25 julio pasado este papel, en el Año Santo, por cuarta vez, un rol que habitualmente se designa a un delegado regio entre las personalidades políticas de la Comunidad. El prelado destacó que ese es «un espacio abierto a quienes buscan a Dios o se interrogan por Él, y también a quienes nos les causa inquietud».
Aseguró que esta plaza, como esta ciudad, «evocan la necesidad de una misión compartida, de un ágora contemporánea donde la fe cristiana propone y muestra al Dios revelado, aquel que no es un pensamiento, sino un acontecimiento, un encuentro: la Palabra hecha carne, que fue colgada de un madero y resucitada por Dios para darnos la salvación y el perdón, tal como Pedro anunció ante el Sanedrín judío».
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