El gobierno sandinista expulsa a otra congregación como es el caso de las Religiosas de la Cruz del Sagrado Corazón de Jesús, como parte de los ataques contra la Iglesia católica en Nicaragua. Las monjas estaban asentadas en la diócesis de Matagalpa, cuyo obispo Rolando Álvarez está con arresto domiciliario en Managua, y se dedicaban al rezo del Rosario en la catedral y a promover la adoración al Santísimo Sacramento.
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«Hoy abandonaron el país víctimas del acoso y amenazas de la dictadura las Hermanas Religiosas de la Cruz —mexicanas— que tenían años de estar en Matagalpa haciendo una labor espiritual», precisó el domingo 18 de septiembre el medio ‘Nicaragua Informa’. La congregación informó el martes 20 de septiembre que las religiosas que abandonaron Nicaragua fueron recibidas por las Hermanas de la Cruz en México, tal como lo confirmaron y publicaron en sus redes sociales.
Las autoridades nicaragüenses aún no brindaron ninguna información sobre la expulsión de las religiosas, pero según sostuvo el sacerdote exiliado Rafael Bermúdez, en diálogo con ‘Artículo 66’, la salida de las monjas fue debido a que «les estaban pidiendo listas e información de laicos que estaban llegando donde ellas», pero al negarse fueron desterradas. Esta otra congregación religiosa es la segunda que el gobierno sandinista de Daniel Ortega expulsa. En julio pasado, las Misioneras de la Caridad fueron obligadas a abandonar el país. Incluso en marzo pasado, también fue expulsado el nuncio en Nicaragua, Waldemar Sommertag.
El padre Rafael Bermúdez afirmó que enviados del orteguismo presionan a las religiosas para que «filtren» datos de algunos católicos. Al negarse, el régimen decide desterrarlas. #Artículo66 #DerecoAInformar https://t.co/8MznCwPnvU
— Artículo 66 (@Articulo66Nica) September 21, 2022
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