El gobierno comunista de China, presidido por Xi Jinping, critica a Francisco por denunciar el sufrimiento de los uigures en Xinjiang en ‘Volvamos a soñar’, el último libro del Pontífice que saldrá a la venta en diciembre próximo. El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Zhao Lijian, consideró el martes 24 de noviembre que las observaciones realizadas por el Papa «no tienen fundamento fáctico».
«Los comentarios del papa Francisco son infundados», insistió Lijian, según publicó ‘Reuters’. Sostuvo que supuestamente «todos los grupos étnicos del país gozan del pleno derecho a la supervivencia, el desarrollo y a la libertad religiosa». Según datos de expertos, confirmados por las Naciones Unidas, más de 1.000.000 de uigures —de una población de casi 10.000.000— y otras minorías islámicas de habla turca se encuentran detenidas de manera arbitraria en Xinjiang, al que la población local llama ‘Turkestán Oriental’.
Es la primera vez que el Pontífice se pronuncia sobre la represión de una minoría religiosa en China. Después de la critica del gobierno comunista de China a Francisco, varios expertos consideraron que la cautela para hablar antes de los uigures se debe a que estaba en proceso de renovar el acuerdo de China y la Santa Sede sobre el nombramiento de obispos —recientemente renovado—.
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