Francisco indicó que «son muchos los que aún hoy son perseguidos a causa de su fe», después del rezo del Ángelus, en la Plaza de San Pedro, el domingo 23 de agosto, tras mostrar también su preocupación por el terrorismo internacional que golpea a África.
Recordó que el 22 de agosto pasado se conmemoró el Día Mundial en memoria de las víctimas de actos de violencia basados en la religión y las creencias, proclamado por la ONU en 2019. «Oremos por estos hermanos nuestros, y apoyemos con la oración y la solidaridad también a aquellos – y son muchos – que aún hoy son perseguidos a causa de su fe religiosa. Muchos», lamentó el Papa Francisco, quien imploró oraciones por los perseguidos a causa de su fe religiosa.
«Quisiera reiterar mi cercanía a la población de Cabo Delgado, en el norte de Mozambique, que sufre como consecuencia del terrorismo internacional. Lo hago en memoria de la visita que hice a ese querido país hace un año atrás», sostuvo el Papa, que el miércoles pasado llamó por teléfono al obispo de Pamba en Mozambique por la lamentable situación que padecen.
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