Francisco pide rezar por los cardenales y los obispos difuntos, al presidir la Misa en sufragio de los purpurados y los prelados que fallecieron durante el año, en el altar de la Cátedra en la Basílica de San Pedro, durante la mañana del jueves 4 de noviembre. El Papa indicó en la homilía que en el misterio del dolor descubrimos la paternidad de Dios.
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Afirmó que es fundamental saber que no estamos solos, sino que Dios nos acompaña sobre todo en nuestro dolor. «El dolor sigue siendo un misterio, pero en este misterio podemos descubrir de manera nueva la paternidad de Dios que nos visita en la prueba, y llegar a decir, con el autor de las Lamentaciones: El Señor es bueno con los que esperan en él, con los que lo buscan», reflexionó el Pontífice.
El Papa Francisco, con este espíritu, pide en su alocución rezar por los cardenales y los obispos difuntos, aquellos que fallecieron en el último año. «Algunos de ellos murieron a consecuencia de COVID-19, en situaciones difíciles que agravaron su sufrimiento. Que estos hermanos nuestros saboreen ahora la alegría de la invitación evangélica que el Señor dirige a sus siervos fieles: Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la creación del mundo (Mt 25,34)», imploró.
Hoy, ante el misterio de la muerte redimida, pidamos la gracia de mirar las adversidades con ojos distintos. Pidamos la fuerza de saber habitarlas en el silencio dócil y confiado que espera la salvación del Señor, sin lamentarse y sin refunfuñar.
— Papa Francisco (@Pontifex_es) November 4, 2021
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