Francisco animó a «ir a la iglesia más cercana a sentarse un rato delante del sagrario», en su saludo a los fieles de lengua castellana, durante la audiencia general del miércoles 5 de mayo en la Biblioteca del Palacio Apostólico, donde se refirió al tema de la oración contemplativa. «Déjense mirar por el amor infinito y paciente de Jesús, que allí los espera, y contémplenlo con los ojos de la fe y del amor. Él les dirá muchas cosas al corazón», reflexionó.
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«Los animo a que hagan una pausa para ir a la iglesia más cercana, a sentarse un rato delante del sagrario», indicó el Papa Francisco. Al referirse a la contemplación, explicó que más que un método para rezar «es una íntima condición del ser humano que debemos descubrir». «Nuestra oración contemplativa nos pone delante de un Dios que nos mira con amor. La luz de esa mirada ilumina nuestro espíritu, le da ojos de misericordia para contemplar el mundo», explicó el Pontífice.
El Pontífice indicó que «el mismo Señor es modelo de esta oración, una oración que no se desentiende de la realidad y el sufrimiento, sino que, por el contrario, se acrecienta ante la inminencia de su Pasión». «La llamada del Evangelio es seguir a Jesús en la vía del amor. Esto es el culmen de toda la vida cristiana. Caridad y contemplación son sinónimos, se refieren a la misma realidad», aseguró. Destacó la unidad entre caridad y contemplación con una cita de San Juan de la Cruz, que afirmaba que «un pequeño acto de amor es más útil a la Iglesia que todas las demás acciones juntas». «Un acto de amor, purificado en la oración para que no nazca de nuestra presunción y de nuestro egoísmo, es el mayor milagro que un cristiano pueda alcanzar», enfatizó.
En la contemplación amorosa, típica de la #oración más íntima, no son necesarias muchas palabras: basta una mirada, basta con estar convencidos de que nuestra vida está rodeada de un amor grande y fiel del que nada nos podrá separar nunca. #AudienciaGeneral
— Papa Francisco (@Pontifex_es) May 5, 2021
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