Francisco habla sobre el cierre del seminario de Santa María Madre de Dios de San Rafael, en una carta fechada el 9 de julio de 2022, que fue en respuesta a la misiva que le envió el 17 de abril de 2022 el padre Ramiro Sáenz, de la parroquia Nuestra Señora del Rosario de la diócesis de San Rafael, a las que ‘ACI Prensa’ tuvo acceso. «Como sabrá, hemos vivido momentos muy duros y con muchos malentendidos. Somos un sector de la Iglesia de Cristo que se le ha encomendado. Amamos a Cristo, amamos a la Santísima Virgen, amamos a la Iglesia que usted preside», afirmó el presbítero en su carta.
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Suscríbase al boletín de VenL«Confesamos, misionamos, predicamos retiros, tenemos varias capillas de Adoración perpetua —en casi todos los templos se adoró toda la noche del Jueves Santo—, rezamos cotidianamente el Oficio divino y el Rosario, meditamos, leemos a los grandes maestros de la vida espiritual, atendemos los enfermos y los más necesitados, casi todos hemos arriesgado la vida atendiendo enfermos COVID. No somos perfectos pero queremos trabajar para Cristo y su Iglesia. Crea Santidad en nuestra buena voluntad. Casi todos nos hemos formado sin fracturas con el —Concilio— Vaticano II. Hemos tomado al pie de la letra la Optatam totius y la Presbyterorum Ordinis. ¿Es mala esta rigidez? ¿Es ideología? ¿No tenemos un lugar en la Iglesia de hoy? ¿No hay una pequeña cara para nosotros en el poliedro?», consultó el padre Ramiro al Pontífice, tras hacer referencia a 2 documentos que tienen que ver con la formación sacerdotal y que fueron eje en el seminario de Santa María Madre de Dios, cerrado tras protestas de sacerdotes locales, seminaristas y fieles. «Teníamos una diócesis fecunda en sacerdotes y obras apostólicas. No permita que se estanque. Hoy el mundo nos necesita más que nunca. Por las llagas de Cristo le encomiendo nuestra diócesis, sus sacerdotes y sus fieles», precisó el presbítero.
El Pontífice, en su respuesta, le agradeció su «confianza» y «sinceridad» al sacerdote argentino. «Sé que están atravesando un tiempo difícil, créanme que para mí también lo es. Estoy seguro que son muchos los que no dejan de trabajar con abnegación por el Pueblo de Dios, llevando consuelo y paz a través de los sacramentos y de la Palabra. En tu carta me señalas que han tomado al pie de la letra el Concilio Vaticano II e inmediatamente después me preguntas si la rigidez es mala. Debo decirte que una cosa es caminar en la ley del Señor, como nos invita a rezar el salmo —feliz el hombre que camina en la ley del Señor— y otra muy distinta es la rigidez», consideró. «Querido hijo, la rigidez no es un don de Dios, la mansedumbre sí, la bondad sí, la benevolencia sí, el perdón sí, ¡pero la rigidez no! Porque como vos mismo lo intuís, la rigidez es la antesala de la ideología que tanto mal hace y que llevó a los rígidos del tiempo de Jesús a condenarlo por poner la misericordia por encima de la ley. Por supuesto que en la Iglesia de Jesús, que es la misma ayer, hoy y siempre todos tenemos un lugar, ¡TODOS! Por eso no es posible la rigidez, porque ella cierra las puertas al ‘todos’ y solo las tiene entreabiertas para los ‘perfectos’. Estoy seguro que en tu corazón de buen pastor también hay lugar para todos. Tomo tus palabras: ‘Hoy el mundo nos necesita más que nunca’. Cuento con ustedes», indicó el Papa Francisco, quien habla sobre el cierre del seminario de San Rafael.
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