El obispo de Cruz del Eje, Ricardo Araya, presidió la Misa de clausura de la Semana Brocheriana, en el atrio del santuario del santo patrono del clero argentino, ubicado en Villa Cura Brochero, el viernes 26 de enero, a la que asistió una multitud de fieles y peregrinos. Concelebraron la Eucaristía el cardenal y arzobispo de Córdoba, Ángel Rossi, entre otros prelados argentinos.
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«Esta diócesis está cumpliendo 60 años, y entonces le pedimos a Dios en esta Misa que podamos guardar las huellas del Cura Brochero, esas que dejó durante sus más de 40 años de trabajo pastoral. Uno guarda el Evangelio si lo practica, uno guarda las huellas de Brochero si las anda. Que estos 60 años sirvan para guardar celosamente el testimonio grandioso del Cura Brochero por estos pagos», precisó el prelado.
Araya destacó además que Brochero «inspiraba gran respeto y veneración». «En general, lo querían todos y resaltaban que siempre había sido muy caritativo, y que después de la misa salía a llevar yerba y azúcar a los barrios más pobres. Quizá el último mensaje que nos dejó Brochero es que había aprendido que su salvación, la salvación que buscaba en los ejercicios espirituales, estaba estrechamente ligada a la salvación y a la suerte de los pobres», consideró.
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