ERITREA: LIBERTAD RELIGIOSA.
Por Jennifer Almendras.
Marco legal sobre libertad religiosa y su aplicación efectiva
El ‘Informe de Libertad Religiosa en el Mundo 2021’ (ILR) indicó que «en 1997, 4 años después de su independencia, la Asamblea Nacional de Eritrea aprobó la Constitución del país». «El artículo 19 (1) establece que ‘toda persona tendrá derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de creencia’. No obstante, esta Constitución nunca ha llegado a entrar en vigor y las autoridades siempre han gobernado por medio de decretos. En uno de ellos, promulgado en 1995, el Gobierno indicaba que solo reconocería cuatro comunidades religiosas: la Iglesia ortodoxa Tewahedo de Eritrea, la Iglesia evangélica luterana de Eritrea, la Iglesia católica y el islam suní. El Gobierno mantiene un control estricto sobre todas las Iglesias cristianas, con algunas excepciones, y sobre la comunidad musulmana», precisó.
«El Gobierno paga los salarios de sus jerarquías eclesiásticas y controla sus medios de transporte, incluida la gasolina que utilizan, además de sus actividades y recursos económicos. En cambio, las Iglesias católica y luterana han conservado cierto grado de autonomía. Las cuatro comunidades religiosas autorizadas siguen necesitando licencia de la Oficina de Asuntos Religiosos para editar y distribuir textos religiosos entre sus fieles. La Oficina de Asuntos religiosos también prohíbe a las cuatro religiones reconocidas aceptar financiación procedente del extranjero», sostuvo el ILR.
Incidentes y evolución
Explicó que «la mayor parte de los lugares de culto no afiliados a las 4 religiones registradas han permanecido cerrados, aunque algunos grupos no registrados greco-ortodoxos y judíos han seguido utilizando una serie de edificios religiosos de Asmara». «A los cristianos se les ha detenido solo por reunirse y participar en ceremonias. La policía ha llevado a cabo redadas en viviendas y ha arrestado a los fieles de religiones no reconocidas que se habían reunido para rezar; la condición para salir de la cárcel es abjurar de la fe. En marzo de 2018, 35 cristianos que llevaban en prisión 4 años fueron puestos en libertad bajo la condición de que ‘no volvieran a asistir a reuniones o servicios de culto de sus Iglesias’», afirmó, al reiterar que «en el verano de 2019, fueron arrestados unos 150 cristianos a causa de su fe; a los primeros 70 el 23 de junio de 2019 en Keren» y que «además de esos 150, presentaron a muchos otros ante el juez para que renunciaran a su fe, más concretamente, para que ‘renunciaran a Cristo’».
El ILR sostuvo que «en abril de 2020, detuvieron a 15 cristianos en la región de Asmara cuando asistían a un servicio religioso en una vivienda particular». «Fueron encarcelados en la prisión de Mai Serwa, de triste fama por sus inhumanas condiciones. En junio de 2020, detuvieron a un grupo de 30 cristianos en la boda de una pareja cristiana. A pesar de ser una de las cuatro comunidades registradas, la Iglesia católica también está sometida a gran presión y sufre ataques frecuentes. A mediados de junio de 2019, el ejército eritreo clausuró a la fuerza más de 20 centros de salud católicos. Según testigos locales, las autoridades rompieron puertas y ventanas y hostigaron al personal y a los pacientes. Arrestaron a una hermana franciscana, directora de un hospital del norte de Eritrea, por resistirse al cierre. En septiembre de 2019, las autoridades cerraron ocho colegios, entre ellos el famoso Colegio Católico de San José de la ciudad de Keren. Ese mismo mes, la Conferencia Episcopal católica escribió una carta al ministro de Educación, Semere Re’esom, protestando contra el cierre de colegios católicos, en la que preguntaba: ‘Si esto no es odio a la religión, ¿qué es?’», enfatizó el informe.
Futuro de la libertad religiosa
«Aunque está garantizada en la Constitución, el Gobierno autoritario de Eritrea no permite la libertad de creencia religiosa y el país sufre los peores indicadores de libertad religiosa del mundo. Las autoridades niegan a la mayor parte de los eritreos sus derechos civiles y políticos; a consecuencia de ello, miles de personas tratan de emigrar del país. La normalización en el país de medidas enérgicas y de detenciones arbitrarias de los miembros de los grupos religiosos no reconocidos por parte de las autoridades y las crecientes restricciones a los grupos autorizados, como atestigua la reciente clausura de colegios y centros de salud católicos, ponen de manifiesto que la situación actual de la libertad de religión es sombría y no parece probable que vaya a mejorar en un futuro cercano», ratificó.
ERITREA: LIBERTAD RELIGIOSA.