El arzobispo de Perth y presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Australia, Timothy Costelloe, precisó que «el impacto del cardenal George Pell en la vida de la Iglesia en Australia y en el mundo se seguirá sintiendo durante muchos años», al referirse al legado del purpurado fallecido el martes 10 de enero a los 81 años, después de complicarse su operación rutinaria de cadera en Roma, dado que si bien la operación tuvo éxito, sufrió un paro cardiaco.
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Suscríbase al boletín de VenLCostelloe indicó que «Pell brindó un liderazgo fuerte y claro dentro de la Iglesia católica en Australia, como arzobispo de Melbourne, como arzobispo de Sídney y como miembro de la Conferencia Episcopal por más de 25 años», en un comunicado del miércoles 11 de enero. «Sus muchas fortalezas fueron reconocidas en Australia y el mundo, como atestiguan sus nombramientos como prefecto de la Secretaría de Economía y como miembro del Consejo de Cardenales», destacó el prelado, al hablar del purpurado, una figura destacada de la Iglesia en Australia antes de que Francisco lo nombrara para dirigir la Secretaría de Economía del Vaticano.
«El impacto del cardenal Pell en la vida de la Iglesia en Australia y en todo el mundo se seguirá sintiendo durante muchos años. Mientras lo recordamos y reflexionamos sobre su legado, invito a todos los católicos y otras personas de buena voluntad a unirse en oración por el cardenal Pell, un hombre de fe profunda y permanente, y por el descanso de su alma», exhortó. En 2017, Pell volvió a Australia para defender su inocencia por denuncias de abuso. Después de 404 días en prisión, finalmente fue absuelto en 2020. Regresó a Roma el 30 de septiembre del mismo año.
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