Cristianos de Afganistán forman comunidades clandestinas a pesar de persecución de talibanes

Un investigador de Puertas Abiertas denominado Thomas Müller, cuyo nombre fue cambiado por motivos de seguridad, precisó que los cristianos de Afganistán forman nuevas pequeñas comunidades clandestinas a pesar de la persecución de los talibanes, después que en 2021 regresaron al poder. Indicó que para la pequeña población cristiana del país, eso no fue sólo un cambio político sino una catástrofe inminente que puso en peligro la vida.

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«Pasé los últimos años documentando las terribles realidades que enfrentan los cristianos afganos. Bajo el anterior gobierno talibán (1996-2001), los cristianos fueron severamente perseguidos. Muchos recordaron esos días oscuros y sabían lo que probablemente vendría», explicó. Aseguró que inmediatamente comenzaron a imponer una interpretación estricta de la ley sharia, según la cual la conversión del islam al cristianismo se considera un delito capital. Enfatizó que «comenzaron a perseguir a cualquiera sospechoso de ser cristiano, centrándose especialmente en aquellos que se habían convertido del islam», al rememorar informes que comenzaron a surgir sobre cristianos arrestados, torturados e incluso ejecutados.

Recordó que «se allanaron casas y los talibanes utilizaron tecnología de vigilancia avanzada para monitorear las comunicaciones y rastrear a los sospechosos de seguir a Cristo». «El miedo era palpable. Muchos cristianos se escondieron profundamente, cortando casi todo contacto con el mundo exterior para evitar ser detectados», ratificó, al recordar que miles de cristianos y otras minorías religiosas buscaron refugio en los países vecinos para escapar de los talibanes. «Algunos de los refugiados afganos que huyeron a través de las fronteras encontraron el Evangelio cristiano mientras estaban en el exilio. A través de redes clandestinas de misioneros cristianos y trabajadores humanitarios, estos refugiados escucharon el mensaje de Jesucristo, muchos de ellos por primera vez. Y algunos respondieron, abrazando la fe a pesar de saber los peligros que traería».

Destacó que los refugiados están siendo repatriados a Afganistán. «Estos creyentes están formando pequeñas comunidades secretas en todo Afganistán, tal como lo hizo la iglesia primitiva en el primer siglo. Estas comunidades son frágiles y a menudo están formadas por sólo un puñado de personas que se reúnen en secreto, pero están creciendo», enfatizó Thomas, al sostener que el régimen utiliza métodos sofisticados para erradicar a estos grupos clandestinos. «Pero a pesar de los riesgos, estas nuevas comunidades cristianas están perseverando. Están encontrando maneras de adorar, compartir el Evangelio y apoyarse unos a otros en un ambiente tan hostil. La fe de estos nuevos creyentes es fuerte, forjada en el fuego de la persecución y el sufrimiento», afirmó.

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