Li Yan Li, la actriz china perseguida por su gobierno de Xi Jinping por ser cristiana, vivió un mes en aeropuerto de Madrid y podrá quedarse en España ahora que el Ministerio de Interior admitió a trámite su solicitud de asilo, tramitada por la Fundación Española de Abogados Cristianos. Yan Li, de 29 años, consiguió evitar ser deportada de España a China, primero lesionándose para ganar tiempo y luego con la ayuda de Abogados Cristianos, gabinete que logró frenar in extremis su expulsión con unas medidas cautelarísimas que fueron admitidas por el Juzgado de Instrucción nº43 de Madrid. La actriz cristiana China pudo dejar el aeropuerto el miércoles 22 de noviembre, donde pasó más de un mes.
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«Conseguimos salvar a una mujer que está perseguida por el régimen comunista chino por el único hecho de ser cristiana. Sorprende el doble rasero de nuestro gobierno dependiendo con unos extranjeros y otros. La salvamos in extremis, consiguiendo mediante auto judicial que la bajaran del avión minutos antes de despegar. El Ministerio de Interior había ordenado ya su deportación», afirmó Polonia Castellanos, presidenta de Abogados Cristianos. Yan Li precisó, en un video difundido cuando llevaba un mes en la Sala de Asilo de Madrid Barajas, que llegó junto con otros compañeros que «fueron deportados a China y que a día de hoy están desaparecidos».
«Pude quedarme en España porque antes de subir al avión me herí de gravedad. Lo hice porque volver a mi país significa muerte segura», indicó, tras sostener que salió de China en 2014 y que no volvió desde entonces. «Mi familia que está allí vive vigilada y amenazada, no pueden salir de China. La policía utiliza a mis padres para convencerme de que vuelva. Hasta hay una recompensa económica para quien me entregue. Si vuelvo seré perseguida, encarcelada y torturada como otros compañeros. Por eso solicité asilo político y protección internacional en España», enfatizó. Yan Li es conocida por el musical cristiano ‘Historia de Xiaozhen’, sobre una joven que busca la felicidad en la gran ciudad y no la encuentra en el materialismo, sino en Dios.
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