Miembros de la fundación pontificia ‘Ayuda a la Iglesia Necesitada’ (ACN) financian un muro de protección que construyen alrededor del seminario del Buen Pastor, en Kaduna, Nigeria, tras el asesinato del joven seminarista Michael Nnadi, secuestrado —junto a otros 3 seminaristas que fueron liberados— por hombres armados en enero de 2020.
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El sacerdote y rector del seminario, Habila Daboh, recordó que los ‘pistoleros’, la banda de terroristas musulmanes que llegó el 8 de enero del año pasado, forzaron las puerta de los dormitorios. «Cuando escucharon llegar a los guardias de seguridad del seminario, tomaron a 4 seminaristas como rehenes y huyeron. A 3 los dejaron en libertad al cabo de unas semanas. Michael, en cambio, no sobrevivió: sólo encontraron su cadáver. Las súplicas de los 268 seminaristas por su hermano ascendieron al Cielo», sostuvo Daboh, quien aseguró que «aquello fue un punto de inflexión, pues desde entonces reina la incertidumbre entre ellos, y algunos tienen miedo». El gran recinto del seminario cuenta con un muro de 2.870 metros de longitud, pero se puede saltar con facilidad y los guardias alcanzan a cuidarlo en toda su extensión.
El nuevo muro de protección que construyen será más alto y permitirá incrementar la seguridad de los seminaristas. En un primer momento, se pretendía edificar un muro más alto, pero contaban con el dinero necesario. Los obispos actualmente quieren construirlo debido al peligro que enfrenta el seminario. ACN se ofrecieron a enviar unos 51.000 dólares para su construcción. «Ahora nos aseguramos de que los seminaristas vean a los guardias antes de retirarse a dormir», explicó Daboh, que teme que algunos seminaristas dejen el seminario por miedo.
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