El prefecto apostólico de Batambang, Enrique Figaredo, presidió la ceremonia en la que consagran nuevo templo católico de ladrillos, dedicado a santa Teresa de Ávila, entre arrozales en la comunidad cristiana de Kampong Ko, el miércoles 30 de noviembre, en la que estuvieron presentes el jefe de la aldea y las autoridades locales. Kampong Ko es la iglesia madre de este rincón de Camboya, cerca del lago Tonle Sap, de donde provienen las comunidades católicas que hoy también surgieron en los pueblos cercanos.
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Suscríbase al boletín de VenLFigaredo presidió el rito, acompañado del párroco de Kampong Thom, Kristofia Komlavi Todjro, misionero del Pontificio Instituto Misiones Extranjeras (PIME) originario de Togo, que trabaja en Camboya desde 2014. El padre Kristofia, con el aporte de la comunidad local, logró completar la obra iniciada por el jesuita Marc Lopez, tras el apoyo de una benefactora española y las Obras Misionales Pontificias (OMP). «Kampong Ko se encuentra a 17 kilómetros de la capital provincial, Kampong Thom. Es un pueblo perdido en los campos de arroz, habitado por gente sencilla: jemeres y vietnamitas de tercera o cuarta generación», afirmó, después de que consagran el nuevo templo católico entre arrozales.
«Tiene una historia importante para nuestra comunidad católica: nació y creció como pueblo cristiano, antes de Pol Pot, reuniendo a los pobres a los que el padre Venet Robert, un misionero francés del Misiones Extranjeras de París (MEP), dio la oportunidad de cultivar los campos de arroz protegidos por una pequeña presa que había construido. Por eso aquí no hay pagoda una budista», aseguró. El templo que se acaba de dedicar a santa Teresa de Ávila es la cuarta iglesia de Kampong Ko. Después de la primera, que era de madera, el padre Venet construyó otro edificio de ladrillo en 1965. En 1970 la comunidad contaba con 800 cristianos, pero después llegó la guerra y la gran iglesia fue destruida por los bombardeos estadounidenses, mientras que el resto lo hicieron los Jemeres Rojos.
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