Las celebraciones del Adviento en Tierra Santa comienzan sin restricciones, el sábado 27 de noviembre, tras la entrada solemne en Belén del Custodio de Tierra Santa, Francesco Patton, quien fue recibido cerca del monasterio de San Elías. El vehículo en el que viajaba Patton cruzó el muro que divide Jerusalén de Belén al paso por la tumba de Raquel. En 2020, la tradicional celebración se suspendió debido a la pandemia del COVID-19.
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Patton, que fue recibido por las autoridades civiles y religiosas, por grupos de scouts y por numerosos fieles, presidió el rezo de las primeras vísperas el primer domingo de Adviento en la iglesia de Santa Catalina, con la que comienzan las celebraciones del Adviento. Se realizó una procesión hasta la Gruta de la Natividad, donde se encendió el primer cirio de este tiempo litúrgico. «Este año, el mensaje de Adviento es que debemos tener esperanza, y creo que necesitamos esperanza. Llevamos 2 años muy difíciles, sobre todo para nuestra comunidad cristiana aquí en Belén, porque se quedó sin trabajo, sin peregrinos, sin ingresos. Ante esta situación, nos llega la palabra de Jesús como mensaje de esperanza, que en el Evangelio del primer domingo de Adviento nos dice: la liberación está cerca», indicó.
«Estamos en el primer domingo de Adviento, y aquí en Belén se vive de una manera particularmente intensa. Encendimos la luz del cirio de la corona de Adviento en el Pesebre, que marca el camino a la Navidad. Esta luz brillará aquí en Belén por ahora, luego con la Navidad se extenderá por todo el mundo», precisó Patton, quien al día siguiente presidió en la parroquia latina la Misa del primer domingo de Adviento y la fiesta de santa Catalina, junto con la comunidad franciscana y los fieles locales. «Debemos dar gracias al Señor por haber nacido en esta ciudad santa, y debemos defender nuestra existencia, guardar nuestras fiestas y celebrarlas todas aquí en Belén», indicó Stephanie Salman, una fiel de Belén.
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