Católicos de Indonesia asisten a afectados por las inundaciones en la diócesis de Sintang, en Kalimantan Occidental, donde hay decenas de casas inundadas en 6 distritos. Tras 3 semanas, aún no remite la emergencia provocada por las inundaciones en la jurisdicción eclesiástica, donde hay zonas enteras bajo el agua. Hay más de 54.000 afectados, 12.000 evacuados, mientras que 11 iglesias quedaron completamente inaccesibles.
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Varias congregaciones religiosas y grupos de laicos católicos de la arquidiócesis de Pontianak en Indonesia, que asisten a afectados, lanzaron una colecta y distribución de ayuda humanitaria. El arzobispo Agustinus Agus supervisó personalmente el envío de varios camiones con artículos de primera necesidad, la semana pasada. El obispo de Sintang, Samuel Oton Sidin, hizo un llamamiento a toda la comunidad católica indonesia para que colabore a fin de ayudar a miles de personas damnificadas. La hermana Kresentia Yati, de la Congregación de las Hermanas Franciscanas de San Antonio en Pontianak, promovió una colecta de alimentos entre los donantes locales, para ser enviados a las personas afectadas.
Los camiones alquilados tienen que viajar más de 10 horas para llegar a destino, en condiciones muy difíciles, y luego continuar en lanchas para llegar a las zonas más inaccesibles. El instituto religioso de las Hermanas de la Caridad de Santa Juana Antida Thouret abrió sus puertas para alojar a los evacuados y darles un techo. En los últimos días, el presidente Joko ‘Jokowi’ Widodo intervino para referirse a la crisis desatada por las inundaciones. Widodo sostuvo que uno de los problemas de la situación actual son los embalses de la zona y anunció un amplio programa de reforestación río arriba con el fin de absorber el exceso de agua.
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