La Iglesia en Catamarca conmemora al beato Mamerto Esquiú en el 140 aniversario del fallecimiento del fraile, en la localidad de El Suncho, departamento La Paz, el martes 10 de enero. Las actividades se iniciaron con el Vía Crucis desde la localidad de Esquiú hasta el paraje lapaceño, donde falleció fray Mamerto. Peregrinos a pie, a caballo y en vehículos, provenientes de distintas localidades de la jurisdicción parroquial de San Roque, con sede en Recreo, participaron del recorrido que implicó unos 6 kilómetros.
Síganos en Telegram
Colabore con Verdad en Libertad
Suscríbase al boletín de VenLEl obispo de Catamarca, Luis Urbanc, presidió la Misa, en la que destacó que Esquiú «fue un regalo para el siglo XIX no sólo en Catamarca sino en todo el país, y sigue siéndolo para nosotros, hoy». «Su figura sigue inspirando deseos profundos de ser un verdadero discípulo misionero de Jesús. Nos encontramos en este solar, desde donde él tuvo que hacer su pascua. Hace 140 años atrás dejó este mundo, un mundo que amó entrañablemente, un mundo difícil, complejo, con muchos desafíos, pero él tenía en el centro de su corazón a Jesucristo. Esto es lo grande del beato Mamerto Esquiú, quien se quiso identificar con Jesús. Eso es lo que tenemos que practicar en nuestras vidas», precisó el prelado.
Destacó las virtudes del beato Esquiú, al reiterar que «Mamerto fue un hombre austero, se conformó con un sayal franciscano y lo vistió desde niño». «Y así, cuando estuvo en Córdoba, se ocupó de los pobres. Toda su vida dedicada a lo esencial, que es Jesús. Cuando pensemos en el beato Esquiú, para quien pedimos que el Señor nos conceda la gracia de la pronta canonización, que esta figura nos entusiasme a amar más a Jesús», indicó, en la Misa en la que la Iglesia en Catamarca conmemora al beato Esquiú.
Puede interesarle: Celebran primer año de beatificación de Esquiú.
