El cardenal y patriarca de los Caldeos, Louis Raphael Sako, reitera que permanece vivo «el dolor» de los cristianos de la Llanura de Nínive que huyeron tras el avance del Estado Islámico hace 8 años y que la falta de perspectivas alimenta sentimientos de «ansiedad y decepción». El prelado denunció la falta de «un nivel mínimo de ciudadanía» y de respeto a los «derechos humanos, puesto que a pesar del tiempo que pasó no se restituyeron las tierras. En la noche del 6 al 7 de agosto de 2014, decenas de miles de cristianos abandonaron la Llanura de Nínive para escapar del Estado Islámico.
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El primado caldeo exigió que se «reconozca» a los cristianos como ciudadanos, para que gocen de igualdad de derechos, ya que representan, en número, «la segunda religión monoteísta de Irak». Denunció que se vive en un clima general «de violaciones, humillaciones, exclusión del mercado laboral y no existe una representación real en el Parlamento». Solicitó que los proyectos de reforma del Estado planteados por el bloque sadrista y el gobierno de Erbil «puedan incluir también a cristianos, yazidíes y mandeos» bajo la bandera de «un espíritu nacional común», y que de este modo se responda al llamamiento al pedir «seguridad, dignidad y libertad», que hizo el propio Papa Francisco durante su visita en marzo de 2021.
«Esperan obtener los derechos que les fueron denegados, y que se combatan los discursos —incluso desde los púlpitos— que alimentan el odio», aseguró el cardenal Sako, quien reitera que permanece vivo «el dolor» de cristianos. La situación después de tantos años sigue siendo difícil, salvo por el regreso de algunas familias a Mosul y el intento de restituirles sus tierras y sus casas. Según las últimas estadísticas, únicamente el 40% de los cristianos que huyeron de la metrópoli y de la Llanura de Nínive regresaron. Los que se quedaron, o los que regresaron tras la derrota militar del Estado Islámico, se esfuerzan por reconstruir el tejido social y económico y los lugares de culto, al restaurar iglesias centenarias o monasterios históricos.
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