El cardenal y patriarca de los Caldeos, Louis Raphael Sako, reitera a los jóvenes caldeos que la vida de la Iglesia necesita sus talentos, en su discurso de bienvenida a los más de 450 chicos que llegaron a Bagdad desde todo el país para participar en el primer Encuentro de Jóvenes Caldeos, que comenzó en la catedral caldea de San José el jueves 18 de noviembre. Aseguró que el encuentro de jóvenes, convocado como una oportunidad para renovar el encuentro personal con Cristo, se pretendía organizar desde hace tiempo, pero se había hecho inviable por los acontecimientos en Irak, la falta de seguridad en los viajes y la pandemia de COVID-19.
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«Quisiera expresar a cada uno de ustedes mi cercanía y comprensión por las dificultades y urgencias que están afrontando, pero también decirles que no hay motivos para desesperar. El Señor nos llama a ser una Iglesia viva y fuerte, una Iglesia que lleva su palabra, su amor y su salvación», precisó. Recordó a los jóvenes caldeos que en su vida de fe experimentaron el martirio, al describirlos como «nuestro orgullo». El cardenal Sako, reitera a los chicos caldeos que las generaciones más jóvenes en la Iglesia no tienen una «función decorativa», tras que enfatizar que la vida de la Iglesia necesita sus talentos, sus pensamientos y su impulso creativo.
El purpurado pidió que el encuentro de 3 días convocado en Bagdad se convierta en una oportunidad para ayudar a cada participante a redescubrir las fuentes de su identidad cristiana, de modo que la comunidad eclesiástica pueda también ofrecer más eficazmente su contribución al renacimiento de la nación y al bien común del pueblo de Irak. El encuentro de jóvenes caldeos, que se extenderá hasta el domingo 21 de noviembre, tiene como lema ‘Sos una Iglesia viva’, cuyas palabras pronunciadas por el Papa Francisco en Bagdad, durante la homilía de la concelebración litúrgica que presidió en la catedral caldea de San José, en su visita pastoral a Irak.
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