El cardenal hondureño y arzobispo de Tegucigalpa, Óscar Andrés Rodríguez Maradiaga, denuncia la persecución que padece la Iglesia en Nicaragua, a la que calificó de una «guerra callada», al explicar que lo que sucede en el vecino país no es el fuego que Jesús vino a traer a la tierra, durante la homilía de la Misa dominical del 14 de agosto pasado.
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Suscríbase al boletín de VenLEl purpurado se refirió a la situación contra la Iglesia católica que se agudizó en Nicaragua no solo con el cierre de medios de comunicación católicos, sino también con la retención en el Palacio Episcopal del obispo de Matagalpa, Rolando Álvarez. «Esa guerra callada que están haciendo para perseguir a Jesús en su iglesia en la hermana nación de Nicaragua, ese no es el fuego que Jesús ha venido a traer», afirmó el también coordinador del Consejo de Cardenales del Vaticano.
«Debemos preguntarnos que, si el espíritu de la convivencia y del amor enciende en nosotros una vida cristiana que se vuelque en hacer el bien como decía en apóstol Pablo en la epístola de los Gálatas: No nos cansemos hacer el bien. Ese es el fuego que Jesús viene a traer para que nuestra fe de fruto abundante», enfatizó el cardenal Maradiaga, quien denuncia la persecución que padece la Iglesia en Nicaragua.
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