El cardenal electo y prefecto del Dicasterio para las Iglesias Orientales, Claudio Gugerotti, indicó que «el púrpura no es por la gloria sino por la sangre», en una entrevista tras conocerse que va a ser uno de los 21 nuevos miembros del Colegio Cardenalicio que va a crear Francisco en el Consistorio del 30 de septiembre próximo en el Vaticano. Gugerotti, de 67 años, es también uno de los 18 nuevos cardenales electores, es decir, los que pueden emitir voto en el caso de un eventual Cónclave para elegir al nuevo Pontífice.
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«Lo vivo sobre todo como una responsabilidad que me parece especialmente significativa, pero también pesada, porque el púrpura no es el púrpura de la gloria, es el púrpura de la sangre. Y vi mucha sangre en mi misión de nuncio. Vi a tanta gente rendir su tributo a Cristo con sangre, e incluso simplemente la violencia que ha sobrecogido a tantas personas y que ha tomado esta forma», aseguró, al reflexionar que el Papa le exige «la disposición, y antes lo hizo Dios, de ser fiel a la Iglesia y al Papa hasta dar la vida, si es necesario».
Afirmó que «todas las zonas, o casi todas, que viven actualmente sucesos particularmente sangrientos, que no es casualidad que les afectan, en el sentido de que el Oriente cristiano fue siempre una reserva de fidelidad a Cristo hasta el martirio». «Pensemos en lo que fueron las grandes Iglesias orientales, hoy reducidas a poquísimas personas. Y no por azar, sino porque la violencia de los hombres y de las culturas las ha llevado casi a la desaparición. Por eso, está casi en el ADN de las Iglesias orientales este vínculo tan profundo con el testimonio martirial», ratificó Gugerotti.
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