El Consejo Argentino para la Libertad Religiosa (CALIR) denunció que «existe una agresión sistemática y pública desde ciertas ideologías contra la religión», en una declaración por el ‘Día de la Libertad Religiosa’ en el país, firmada por el presidente de la organización interreligiosa, Juan Navarro Floria y de su secretario, Adrián Maldonado. La entidad formuló el texto al conmemorarse el 25 de noviembre los 40 años de la proclamación por la Asamblea de las Naciones Unidas de la Declaración sobre la Eliminación de todas las Formas de Intolerancia y Discriminación Fundadas en la Religión o las Convicciones.
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Suscríbase al boletín de VenL «Desde hace años, por iniciativa del CALIR el 25 de noviembre se celebra en la Argentina el ‘Día de la Libertad Religiosa’. Así lo han dispuesto varias legislaturas provinciales, y seguimos deseando que la conmemoración obtenga un alcance nacional. Es cierto que en la Argentina gozamos en general de una amplia libertad religiosa: es una razón para celebrar. También lo es la ejemplar convivencia entre comunidades religiosas en nuestro país», afirmó, al asegurar que «también es verdad que no faltan motivos de preocupación». Reiteró que «el ejercicio de la libertad religiosa fue fuertemente limitado durante la extensa cuarentena en 2020». «Este mismo año se ha querido limitar las celebraciones religiosas con excusa de las elecciones. En la esfera individual, el derecho a la objeción de conciencia es fuertemente limitado o directamente negado en distintas situaciones», precisó.
Desde hace años, por iniciativa del CALIR, el 25 de noviembre se celebra en la Argentina el “Día de la Libertad Religiosa”. ¡Feliz Día! Compartimos una declaración de nuestra institución, y agradecemos su difusión pic.twitter.com/2bVKEFp3iE
— CALIR (@InfoCalir) November 25, 2021
Explicó que también les «preocupa la posible adhesión de Argentina a una convención internacional —ya aprobada en la Cámara de Diputados— que permite una enorme restricción a la libertad de expresión, pero también a las libertades educativa y religiosa, razón por la que muy pocos países la han firmado y casi ninguno la ha ratificado». «Del mismo modo que no hay en nuestra Patria conflictos entre comunidades religiosas, sí existe una agresión sistemática y pública desde ciertas ideologías contra la religión en general y contra quienes quieren ajustar su vida y conducta a las exigencias de su propia fe», enfatizó el CALIR. Además, pidió a las autoridades públicas de todos los niveles, legisladores, jueces, y ciudadanos en general, «redoblar el compromiso en la defensa de la libertad religiosa en todas sus dimensiones».
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