‘INFORME DE LIBERTAD RELIGIOSA EN EL MUNDO 2021’: BANGLADÉS.

Por Jennifer Almendras.

Marco legal sobre libertad religiosa y su aplicación efectiva

El ‘Informe de Libertad Religiosa en el Mundo 2021’ (ILR) precisó que la libertad de religión en Bangladés es «paradójica en sí misma». «Por un lado, la Constitución establece que, ‘sujeto a la ley, el orden público y la moralidad, todo ciudadano tiene el derecho a profesar, practicar o difundir todas las religiones’ (artículo 41, 1, a). Por otro lado, el mismo documento reconoce el laicismo como principio básico a la vez que consagra el islam como religión de Estado», alertó.

«El 28 de marzo de 2016, el Tribunal Supremo de Justicia de Bangladés defendió el estatus del islam como religión de Estado. Originalmente, Bangladés formaba parte de Pakistán Oriental, pero en 1971 se separó de él mediante una violenta guerra de liberación», recordó, al precisar que «las fuerzas del Pakistán Occidental se unieron a los islamistas de Pakistán Oriental para defender un concepto islámico de nación y se enfrentaron sin éxito a los secesionistas».

Incidentes y acontecimientos

Enfatizó que a diferencia de Pakistán, Bangladés no tiene ninguna ley antiblasfemia. «Sin embargo, el Código Penal de 1860, de época colonial, tipifica como delito ofender, herir, o ‘ultrajar los sentimientos religiosos’ de otras personas (artículos 295 A y 298). La violencia islamista contra las minorías parece haberse reducido en los últimos cuatro años. Según el Consejo de Unidad Hindú, Budista y Cristiana de Bangladés, una acreditada organización imparcial no gubernamental defensora de los derechos humanos establecida en el país en 1975, el pico en el número de incidentes violentos contra las minorías religiosas se registró en el año 2016, con 1471 casos, frente a los 262 de 2015», explicó.

«Informes de otra acreditada organización defensora de los derechos humanos, AIN o Salish Kendra (ASK), corroboraron este dispar panorama de descenso general en la violencia contra las minorías a pesar de las graves violaciones actuales. De enero a noviembre de 2019, la ASK registró 101 personas heridas en actos de violencia contra minorías religiosas; al menos 71 lugares de culto, monasterios o estatuas fueron atacados, y 53 viviendas de minorías religiosas fueron asaltadas. En los dos primeros meses de 2020, sin embargo, la ASK apuntó que la violencia contra las minorías religiosas había descendido a un solo herido, y hubo un ataque a una vivienda y a 11 lugares de culto, estatuas o monasterios», denunció el ILR.

Sostuvo que a pesar de esta «aparente reducción de la violencia contra las minorías» distintas comunidades de Bangladés se enfrentan todavía a una persecución continua. «Entre los más vulnerables se encuentran los hindúes, los budistas, los ahmadíes y los cristianos. En abril y mayo de 2020, la Asociación Cristiana de Bangladés, importante grupo cristiano defensor de los derechos humanos, denunció tres casos de violencia contra la comunidad cristiana. ‘Dos cristianos recibieron una paliza en una disputa por unas tierras en el distrito de Sherpur; otros cristianos recibieron amenazas y palizas por negarse a pagar a los prestamistas del distrito de Barisal, y apalearon a un joven cristiano al que habían acusado en falso de ser traficante de drogas, según Nirmol Rozario, presidente de la Asociación Cristiana de Bangladés’. En septiembre de 2020, varias fuentes denunciaron unos 50 ataques contra las comunidades minoritarias hindú, budista y cristiana», detalló.

«Los miembros cristianos de los grupos tribales indígenas como los garos y los jasis siguen sufriendo la persecución. Simone Marak, comerciante y defensor de los cristianos que vive en Pegamari, en el distrito de Tangail del centro de Bangladés, declaró: ‘Nos enfrentamos a mucha persecución. Aparte de las agresiones físicas y de las conversiones forzosas, con frecuencia cargan contra nuestro medio de vida: destruyen nuestras granjas, tiendas y establecimientos, profanan nuestras iglesias y también nos enfrentamos a una gran discriminación social y económica’», indicó el informe.

Afirmó que «en un país densamente poblado en el que la propiedad de la tierra es enormemente apreciada, muchas organizaciones no gubernamentales denuncian que las minorías étnicas y religiosas son altamente vulnerables a que ser desposeídos de ella». «Por ejemplo, en la zona de Ghoraghat del distrito de Dinajpur al norte de Bangladés, miembros católicos del grupo étnico indígena santal, con la ayuda de la Iglesia católica y de organizaciones no gubernamentales como Cáritas, han luchado durante el período estudiado en este informe para recuperar las tierras de labranza de sus antepasados que han pasado a manos de propietarios musulmanes. Por el momento han tenido escaso éxito», aseguró.

Futuro de la libertad religiosa

«Aunque el islamismo ha sido la mayor fuente de persecución religiosa violenta en el país durante más de veinte años, la violencia islamista contra las minorías parece estar disminuyendo, al menos de momento. Bajo un Gobierno que ha tomado enérgicas medidas contra la militancia islamista, las minorías religiosas parecen haber disfrutado en 2020 de una seguridad mayor que en ningún otro momento desde 2015. Sin embargo, la disfuncional vida política del país proyecta una sombra negativa sobre las perspectivas de la libertad religiosa y le impide tener fundamentos sólidos y permanentes. Parece urgente acometer iniciativas dirigidas a reconciliar a la nación si se pretende que Bangladés cumpla el mandato constitucional de respetar la libertad religiosa de todos los ciudadanos», advirtió el ILR.

ILR completo sobre Bangladés en PDF.

‘INFORME DE LIBERTAD RELIGIOSA EN EL MUNDO 2021’: BANGLADÉS.

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