El arzobispo de Quito, Alfredo Espinoza, exhorta a los sacerdotes a «predicar a Cristo crucificado» con sus vidas, sin separar a Cristo de la cruz, durante la homilía de la Misa de la reciente ordenación de 2 nuevos presbíteros. El prelado los animó a no tener miedo de salir y arriesgarse a vivir «la locura del amor de Dios», durante toda su vida y ministerio. La jurisdicción eclesiástica destacó que este acontecimiento lleva esperanza a la Iglesia local, dado que sufrió el fallecimiento de sacerdotes y fieles durante la pandemia de COVID-19.
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El prelado recordó a los presbíteros que Dios los eligió desde el vientre materno, como dice el Evangelio, «para que den sus vidas en el mundo anunciando, curando, escuchando y proclamando la cercanía del corazón misericordioso de Dios». «No digan: ‘¡Ah, Señor mi Dios! ¡Soy muy joven, y no sé hablar!’… Lo deben hacer, no por sus propias fuerzas, sino convencidos de que Dios estará con ustedes y Él pondrá sus palabras en la boca de ustedes», ratificó. Espinoza aseguró que «toda llamada a dar la vida es sin duda una ‘locura’ en medio de este mundo que ve la vida de manera diferente», donde hay escepticismo y las personas piden muchos signos.
«No descuiden su familia, sus amigos, pero no dejen de buscar y llegar siempre al hombre concreto de hoy, al joven de hoy, lleno de inquietudes y que les pedirá una respuesta, un signo, un Dios al que quieren conocer», solicitó el arzobispo de Quito, que exhorta a sacerdotes a «predicar a Cristo crucificado» con sus vidas. «Esa fue la predicación de los apóstoles, la predicación de la Iglesia en toda su historia y ésa debe ser la predicación de hoy… prediquen a Cristo crucificado, no un Cristo ligero, superficial, que se acomoda a los tiempos», enfatizó.
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