El arzobispo de Armagh y primado de Irlanda, Eamon Martin, denuncia la comunicación «groseramente irrespetuosa» del gobierno con la Iglesia al anunciar que los bautismos, las primeras comuniones y las confirmaciones debían retrasarse por el COVID-19. El prelado indicó, en el programa ‘News at One’ de ‘RTÉ Radio 1’, que la decisión de las autoridades irlandesas suponía un «giro completo» respecto a su posición anterior.
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«Nos llovieron las llamadas de las parroquias y sé que los sacerdotes y otras personas se sintieron muy decepcionados por este cambio en la postura que nos comunicó la oficina del Taoiseach —primer ministro irlandés— desde principios de junio, en la que se decía que, de acuerdo con la reapertura gradual de la sociedad a partir del 5 de julio, estas ceremonias podrían tener lugar», explicó Martin, al mencionar que recibieron una carta de la oficina del primer ministro irlandés en la que se aseguraba que las ceremonias podrían celebrarse en el mes de julio.
El prelado repudió la forma en que se hizo público el retraso, al indicar que el Tánaiste —viceprimer ministro— Leo Varadkar había dicho a los periodistas el 29 de junio pasado que las parroquias no podrían proceder a las ceremonias después del 5 de julio. «Un tuit de un periodista y el Tánaiste diciendo despectivamente: ‘Oh, están canceladas’. Así fue como se nos comunicó el cambio de postura. La forma de comunicación, en este caso, fue groseramente irrespetuosa y estamos extremadamente decepcionados», aseveró el arzobispo de Irlanda, quien denuncia la comunicación de forma grosera e irrespetuosa de las autoridades. Precisó que era hora de un diálogo adecuado sobre el lugar de la fe en la comunidad.
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