El arzobispo de Portland en Oregón, Estados Unidos, Alexander Sample, destaca «la belleza de las enseñanzas intemporales de la Iglesia», en una carta pastoral en la que precisó cómo debe enfrentarse un católico a la ideología de género. El documento de 17 páginas consta de 4 secciones: «La verdad y la dignidad de la persona humana», «Teoría de la identidad de género», «Orientaciones pastorales» y «Afirmación de toda la persona: Una respuesta católica». La misiva establece directrices para ser aplicadas en las instituciones católicas de Portland.
Síganos en Telegram
Colabore con Verdad en Libertad
Suscríbase al boletín de VenL«Espero que encuentren en estas directrices, como yo, la belleza de las enseñanzas intemporales de la Iglesia, la profundidad del amor de Dios por nosotros y su deseo de que nos amemos unos a otros, incluso en medio de lo que puede ser una realidad cultural confusa y complicada», destaca el arzobispo de Estados Unidos. «La comprensión católica de la persona humana está en desacuerdo con la ‘teoría de la identidad de género’, un marco que es cada vez más dominante en la cultura occidental», reiteró, al indicar que «las instituciones católicas deben responder no con miedo reaccionario o cumplimiento irreflexivo, sino con una afirmación integral de cada persona amada confiada a su cuidado».
Explicó que «las instituciones y programas católicos no pueden respaldar la teoría de la identidad de género ni permitir ninguna forma de transición de género, ya sea social o médica». «Esto significa que los nombres, los pronombres, el uso de las instalaciones, la vestimenta y la participación deportiva dependerán de la identidad sexual biológica, en lugar de la identidad de género auto percibida», sostuvo el prelado. Dio precisiones sobre el lenguaje, las instalaciones, los deportes y actividades extraescolares, el vestuario, los materiales educativos, la formación, la participación de los padres, los medicamentos y la señalización.
Puede interesarle: Arzobispo de Estados Unidos denuncia «nuevas amenazas a buenas obras de la Iglesia».
