El arzobispo de Bamenda y presidente de la Conferencia Episcopal de Camerún, Andrew Nkea, revela que secuestradores exigen rescate por los 5 sacerdotes, 1 religiosa y 2 laicos, que fueron raptados en el asalto a la iglesia de Santa María, en la aldea de Nchang, durante la noche del viernes 16 de septiembre. Desde 2016, las regiones del noroeste y suroeste del país de África Central son escenario de un conflicto entre los separatistas anglófonos y los militares del Estado mayoritario francófono. La violencia se cobró de 6.000 vidas y desplazó a cerca de 1.000.000.
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Suscríbase al boletín de VenLEl prelado, que hasta mayo pasado era el administrador apostólico de la diócesis de Mamfe —donde se encuentra el pueblo de Nchang—, consideró que en la actualidad hay grupos que ven a la Iglesia como un «blanco fácil para hacer dinero». A principios de septiembre, el arzobispo de Camerún, que revela que los captores exigen el pago de un rescate por las 8 personas que fueron raptadas en el templo católico de Nchang durante el asalto, solicitó una intervención de la comunidad internacional que «parece haber olvidado la crisis anglófona».
«Intentamos animar a los sacerdotes, religiosos y religiosas a que sigan trabajando en las 2 regiones anglófonas, pero los obispos recibimos a diario mensajes que amenazan nuestros esfuerzos de diálogo: si hablamos con el gobierno, los secesionistas nos acusan de ser progubernamentales; si hablamos con los secesionistas, el gobierno nos acusa de estar con los secesionistas. Es una situación delicada, pero los obispos deben seguir haciendo su trabajo de mediación entre las partes», explicó, en una entrevista con la sección francesa de ‘Vatican News’.
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