La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, prohíbe pesebre en la plaza frente al ayuntamiento y los vecinos arman un belén viviente. La izquierdista Colau financiaba cada año un pesebre absurdo, con quejas de los cristianos que juntaban firmas para pedir belenes respetuosos y tradicionales.
El ayuntamiento de Colau decidió no instalar pesebre en la plaza Sant Jaume, por la pandemia de COVID-19, mientras que otras ciudades sí lo pusieron. Varios actores y vecinos se reunieron el 24 de diciembre pasado, e invitaron a la repetición del 29 y 30, disfrazados de personajes navideños y cantaron villancicos tradicionales catalanes frente a la prohibición de Colau.
Si bien la reivindicación es más cultural-tradicional que religiosa, los organizadores consiguieron el apoyo de asociaciones culturales aportaron utilería y trajes. El actor y uno de los convocantes, Jaume Mallofré, indicó Agencia Catalana de Noticias que la idea de armar un pesebre viviente surgió «como una broma», pero luego entre 50 y 60 personas se sumaron a la iniciativa, después que la alcaldesa de Barcelona prohíbe pesebre frente al ayuntamiento. Además de Mallofré, detrás de esta iniciativa se encuentran involucrados Enric Majó, Maria Palau, Pep Cruanyes y Anna Cunyat, entre otros.
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