Los cristianos brindan ayuda encubierta a otros fieles atacados por hinduistas para resguardar sus vidas, tal como es el caso de Aarav Kapur, nombre cambiado por motivos de seguridad, quien es uno de los socios locales de la organización Puertas Abiertas que apoya a cristianos perseguidos en India. El objetivo es asegurar que los cristianos agredidos reciban ayuda el mismo día, lo cual es complejo en un país con cerca de 70.000.000 de cristianos y nuevos informes de persecución todos los días.
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Suscríbase al boletín de VenL«Ayudamos con atención médica, visitamos a los cristianos, oramos con ellos y los animamos. También administramos refugios y cuando las casas son destruidas, las reconstruimos», aseguró Kapur, quien si un cristiano es golpeado se pone un chal naranja y sale caminando como un nacionalista hindú para proporcionar atención médica urgente. Aarav conoce los riesgos de ayudar a los cristianos perseguidos. Cuando él y su equipo van a aldeas donde los cristianos fueron violentamente atacados, para no poner en riesgo la vida de nadie, a veces la única opción que tienen es usar disfraces.
Los socios a veces se hacen pasar por comerciantes que desean hacer negocios en la aldea, mientras que otras, usan pañuelos naranjas y se comportan como nacionalistas hindúes. Se acercan al jefe de la aldea y le preguntan si es cierto el rumor de que alguien se convirtió en cristiano allí. Luego piden el nombre y dirección de la persona. Cuando llegan a los cristianos, bastan 2 palabras para revelar su verdadera intención: «Jai Masih», que significa algo así como «alabado sea el Señor», el saludo entre los cristianos en India.
Kapur se refirió al caso de un padre de familia cristiano que fue severamente golpeado, a quien no se le permitió salir de la aldea para obtener ayuda médica. Además, en la misma aldea, cualquier persona que hablara con la familia cristiana sería castigada. «Lo primero que hicimos fue buscar al jefe de la aldea. Él pensaba que también estábamos en contra de los cristianos. Cuando entramos en la casa de la familia cristiana, el hombre estaba postrado, con la esposa y los hijos a su alrededor. Pero cuando lo saludamos con ‘Jai Masih’, él quedó radiante y sorprendido de que los cristianos vinieran a verlo», explicó.
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