El arzobispo maronita de Damasco, Samir Nassar, precisó que la familia y las vocaciones son «los 2 bienes perdidos» en la comunidad cristiana de Siria, marcada por una guerra sangrienta a la que siguió una gravísima crisis económica. La situación de los cristianos en Oriente Próximo —desde Siria hasta Irak, al pasar por Turquía, el Líbano y la región del Golfo— es desde hace tiempo motivo de preocupación debido el éxodo de los miembros de la comunidad minoritaria.
Colabore con Verdad en Libertad
«Hoy es raro encontrar una familia entera. 12 años de guerra ‘deslocalizaron’ a la familia y muchas veces el padre está exiliado o emigrado, la madre está enferma o deprimida y los hijos están en el exterior, cada uno en un país diferente», indicó Nassar, al lamentar también que en esta situación incluso «los abuelos a los que antes se honraba en el hogar, ahora están aislados y mueren en silencio».
Aseguró que «la fuga masiva del servicio militar obligatorio se refleja en la falta de hombres jóvenes, una situación que provoca el colapso de matrimonios y nacimientos». «Esto genera un debilitamiento demográfico, casas vacías e Iglesias sedientas de fieles. La familia, fuerte pilar de la fe, es un bien que se tambalea», aseveró el prelado.
Puede interesarle: Arzobispo de Siria destaca que las familias cristianas permanecen «firmes en la fe».