El cardenal y administrador apostólico de Caracas, Baltazar Porras, recordó que «Evangelio y cultura no son incompatibles», en su intervención del miércoles 26 de octubre en una jornada académica para reflexionar sobre los 30 años de la IV Conferencia General de Santo Domingo del 12 a 28 de octubre de 1992, por lo que se refirió a los aportes de Santo Domingo a la cultura cristiana. La jornada fue organizada por la Facultad de Estudios Bíblicos Pastorales de la Universidad Minutos de Dios, el Centro Rafael García Herreros, el Cebitepal como centro de formación del CELAM y la Organización de Universidades Católicas de América Latina y el Caribe (ODUCAL).
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Reiteró el concepto de cultura que aparece en Gaudium et Spes donde muestra que «la cultura tiene que ver con todo lo humano», al insistir en la necesaria relación entre el mensaje cristiano y las expresiones culturales. Consideró la inculturación del Evangelio como piedra fontal de la acción misionera de la Iglesia. Además, realizó un análisis de lo expuesto en Gaudium et Spes en relación con la cultura, también el documento Ad Gentes, donde se habla de un laicado cristiano maduro. Indicó que Medellín asumió el tema cultural desde varios ángulos, desde el concepto de paz como desarrollo humano integral, desde la religiosidad popular, por lo que tras partir de Evangelii Nuntiandi. Es por ello, que el cardenal Porras afirmó que «Evangelio y cultura son diferentes, pero no incompatibles».
Se refirió a la ruptura entre el Evangelio y cultura como el drama de nuestro tiempo y llamó a evangelizar las culturas. En la IV Conferencia se aborda el tema de la cultura cristiana y todas sus amenazas e implicaciones, en la que se exhorta a acompañar la formación de la conciencia moral y al diálogo con quienes guían sus vidas por caminos diferentes a la ética cristiana. El purpurado indicó que Santo Domingo muestra que en las expresiones culturales y religiosas de los pueblos latinoamericanos «se reconoce gran parte del patrimonio cristiano del continente y una fe arraiga de los valores del Reino de Dios».
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