El obispo argentino de Manzini, la única diócesis de Suazilandia, José Luis Gerardo Ponce de León, denuncia la situación de incertidumbre que se vive, en el año que transcurrió desde que estallaron la violencia y los enfrentamientos y la tensión que provocaron pueden sentirse aún y prueba de ello es el malestar social que atraviesa el país de África Austral, en una entrevista desde Johannesburgo donde participó en una sesión de la Conferencia de Obispos de África Meridional (SACBC).
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Suscríbase al boletín de VenL«Si tuviera que resumir la situación que está viviendo Suazilandia, usaría el término ‘incertidumbre’. Este es el estado de ánimo que mejor representa y define la situación desde hace algún tiempo. Es el objeto de mis últimos mensajes en redes sociales: realmente no sabemos qué camino se quiere tomar en este momento y nadie nos cuenta mucho al respecto», explicó Ponce de León, quien es misionero de la Consolata. Hace poco más de un año, la última monarquía absoluta de África, cayó en el caos tras multitudinarias manifestaciones reprimidas por la policía, y ahora se busca el camino para volver a la normalidad.
El prelado consideró que están «en una situación de violencia de baja intensidad, lo que nos recuerda que todavía no se ha resuelto nada». «En las afueras de Manzini, algunos policías fueron asesinados a plena luz del día. En marzo, alguien quemó la biblioteca de una escuela cercana a Mozambique en una de las zonas más pobres del país, mientras que de vez en cuando hay casos de edificios incendiados, sin que esté clara la motivación. Parece una forma de hacernos entender que la cuestión aún no está resuelta. No están claros los autores de los ataques que se han dado en todo el país en los últimos meses», enfatizó el obispo de Suazilandia, quien denuncia la situación.
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