Los obispos de Nicaragua ratificaron que los ataques contra templos católicos, de modo particular, como el reciente ataque incendiario perpetrado por un desconocido en la capilla de la catedral de Managua que destruyó el sagrario y la imagen histórica de la Sangre de Cristo, no van a amedrentan «la misión evangelizadora» de la Iglesia en el país, en un comunicado firmado por el secretario general de la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN), Juan Abelardo Mata Guevara, el 1 de agosto pasado. En los últimos meses, los templos católicos de Nicaragua tuvieron distintos ataques.
Estamos conscientes que la Iglesia continuamente se verá rechazada por aquellos que no aceptan la Verdad que predica, no obstante, recurrir a la violencia para callar su voz profética no significará, que dejemos de animar a nuestro pueblo a seguir realizando la misión evangelizadora que Cristo nos confió», aseguraron los obispos de Nicaragua. «No es la primera vez que en la historia de la Iglesia se profanen nuestros templos y se cometen grandes sacrilegios, aun así, Cristo seguirá alzándose como Maestro y Señor de la Historia, sobre cualquier estructura política, social, económica o ideológica que pretenda encumbrarse más alto», indicaron.
El obispo auxiliar de Managua, Silvio Báez, indicó, por otro lado, que «los actos de terror» no intimidan a la iglesia de Cristo. «La imagen de la Sangre de Cristo destruida por un acto terrorista en la Catedral de Managua es para el país un recuerdo vivo y conmovedor de un Dios que no solo llevó nuestros sufrimientos en la cruz, sino que continúa sufriendo en nuestro pueblo oprimido, para al final resucitarlo con libertad y justicia», sostuvo Báez.