La religiosa de la congregación de las Hermanas de la Reparación, Regina Khuan Num Sang, precisó que «las parroquias son destruidas y las aldeas quemadas» en Birmania, un país atravesado por la violencia y las muertes tras el golpe de Estado de 2021, en una entrevista, tras dejar las tierras birmanas hace poco más de un mes. La Iglesia local acudió en ayuda de la población, al intentar por todos los medios apoyar a los desplazados con productos de primera necesidad y acompañamiento espiritual y moral.
Colabore con Verdad en Libertad
«Casi todos los días me entero de aldeas incendiadas, campos de refugiados bombardeados y chicos detenidos sólo por ser sospechosos: la situación empeoró realmente. También las parroquias son destruidas y los cristianos suelen recogerse en los campos de refugiados», aseguró la religiosa, cuya congregación presente en Birmania desde 1895, trabaja en 10 diócesis donde atiende principalmente a los pobres y abandonados. «En esta situación de guerra mis hermanas se ofrecieron para ayudar, e incluso nuestros centros de retiro se convirtieron en refugios para los prófugos», aseguró.
La hermana Regina indicó que «el pueblo y los cristianos siguen teniendo esperanza». «Los jóvenes que dieron su vida por la paz pidieron a los habitantes de los campos de refugiados que rezaran para que los dirigentes políticos cambiaran sus corazones», indicó, tras mencionar a una delegación de párrocos que recientemente «se reunió con los líderes políticos del país para pedir un alto el fuego», que hasta ahora no tuvo respuesta.
Puede interesarle: Religiosas de Birmania se desplazan con la gente para escapar de bombardeos.