El obispo de la eparquía católica de Adigrat, Etiopía, Tesfaselassie Medhin, revela que hay «masacres genocidas de civiles y destrucción de lugares de culto», al referirse a la guerra que se desarrolla en la región desde noviembre de 2020, en una carta en la que realiza un llamamiento para una rápida intervención de la ayuda humanitaria en favor de los millones de personas que mueren a causa de la hambruna que el conflicto genera.
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«Las ayudas que consiguen llegar, tras la tregua militar promovida por el primer ministro Abiy no están cambiando la vida de la población asediada, siguen faltando todos los servicios básicos. Los alimentos, las medicinas, todas las formas de comunicación, los salarios están suspendidos, los bancos están cerrados, no hay libertad de movimiento hacia y desde Tigray», indica. «Esta crisis devastadora va más allá de la imaginación, masacres genocidas de civiles, violaciones y violencia de género, saqueos, incendios, destrucción de hogares, lugares de culto, escuelas, instalaciones sanitarias. Todo fue destruido», asevera el prelado.
Medhin solicita la retirada de las fuerzas de ocupación para permitir que los desplazados internos regresen a sus pueblos. «Seguimos conmocionados y horrorizados por los actos de crímenes brutales que dejaron 11 personas, entre ellas 9 tigrinas, quemadas vivas el 3 de marzo de 2022 en la región de Benishangul-Gumuz. Es trágico e inaceptable ver cómo madres, niños y adultos mueren cada minuto porque se les priva del derecho a la vida y a los servicios básicos que Dios les ha dado. Este es un nuevo llamamiento a todas las comunidades internacionales interesadas y competentes. De lo contrario, el mundo debería estar preparado para ver montones de cadáveres humanos en la región de Tigray como víctimas de una hambruna evitable», explicó el obispo de Etiopía, quien revela que hay «masacres genocidas de civiles».
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