Francisco invita a los obispos y sacerdote del mundo a unirse a él en la consagración de Rusia y Ucrania al Inmaculado Corazón de María, cuya oración pronunciará en la basílica de San Pedro, durante la celebración de la Penitencia prevista el viernes 25 de marzo próximo a las 17, tal como confirmó el director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Matteo Bruni. El cardenal Konrad Krajewski, limosnero pontificio, como ya fue confirmado anteriormente, lo hará en Fátima como enviado del Papa.
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«El Papa Francisco invitó a los obispos de todo el mundo y a sus presbíteros a unirse a él en la oración por la paz y en la consagración y encomienda de Rusia y Ucrania al Inmaculado Corazón de María», aseguró Bruni, el viernes 18 de marzo, al responder a las preguntas de los periodistas y confirmar que el Pontífice invita a los prelados. El mismo acto en el mismo día, que presidirá el Pontífice para consagrar a Rusia junto con Ucrania, será realizado en comunión con los obispos de todo el mundo.
#BREAKING—@HolySeePress Matteo Bruni has just responded confirming @Pontifex has invited all the bishops of the world, along with their priests, to join him in consecrating Russia and Ukraine to the Immaculate Heart of Mary. pic.twitter.com/VZNcp6IzYi
— Bree A Dail (@breeadail) March 18, 2022
En la aparición del 13 de julio de 1917 en Fátima, la Virgen María había pedido la consagración de Rusia a su Inmaculado Corazón, al afirmar que si no se concedía esta petición, Rusia extendería «sus errores por todo el mundo, promoviendo guerras y persecuciones a la Iglesia» y «los buenos serán martirizados, el Santo Padre tendrá mucho que sufrir, varias naciones serán destruidas». Hubo varios actos de consagración al Inmaculado Corazón de María, después de las apariciones de Fátima. Pío XII, el 31 de octubre de 1942, consagró el mundo entero y el 7 de julio de 1952 consagró específicamente Rusia al Corazón Inmaculado de María con la Carta Apostólica Sacro vergente anno, frente a la situación de los cristianos obligados a vivir en un régimen ateo.
Pablo VI en 1964 y Juan Pablo II en 1981, 1982 y 1984 renovaron esta consagración para todo el género humano. El Papa Wojtyla, refiriéndose a la petición de la Virgen en Fátima, el 25 de marzo de 1984, en la Plaza de San Pedro, en unión espiritual con todos los obispos del mundo, encomendó al Inmaculado Corazón de María a todos los pueblos y de modo especial a los hombres y naciones que tienen especial necesidad de esta encomienda y consagración. En junio de 2000, cuando la Santa Sede reveló la tercera parte del secreto de Fátima, el entonces secretario de la Congregación para la Doctrina de la Fe precisó que sor Lucía había confirmado personalmente que el acto de consagración realizado por Juan Pablo II en 1984 correspondía a lo que la Virgen había pedido.
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