El cardenal y patriarca maronita de Antioquía, Béchara Boutros Rai, preside la fiesta de san Marón, el miércoles 9 de febrero, en la que reclama nuevamente la verdad sobre la explosión de agosto de 2020 en el puerto de Beirut, al indicar que esa es una de las 5 prioridades del país de Oriente Próximo. El presidente de Líbano, Michel Aoun; el presidente del parlamento Nabih Berri; y el primer ministro Nagib Mikati asistieron a la festividad de carácter religioso.
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El purpurado libanés solicitó la salvación del país de los cedros de una crisis política, económica e institucional que lo arrastró al borde del abismo. El cardenal Rai, en la homilía de la fiesta de san Marón que preside, consideró que el Líbano no debe transformarse en el campo de batalla del conflicto regional, tras referirse también en la celebración a las elecciones parlamentarias y presidenciales en las fechas establecidas por la Constitución. Suplicó al santo fundador de la orden maronita que protegiera «nuestra patria, nuestra Iglesia y nuestro pueblo» para que permanezcan «fieles a la misión» en el Oriente asolado por las guerras y la violencia.
Rai, al dirigirse a los funcionarios institucionales y fieles desde el altar de la iglesia de San Marón en Gemmayzeh, un barrio de Beirut, reiteró que «los maronitas libaneses hicieron de la libertad su espiritualidad» y al mismo tiempo un «proyecto social y político». Precisó que ellos siguieron el ejemplo del santo en su fe y en sus valores de benevolencia, amor, entrega, dignidad y fortaleza. Sostuvo que es por eso que hay que oponerse «al rencor, la envidia, el odio, la venganza y el espíritu de rendición», dado que la historia indica que «la caída política y militar de todos los imperios va precedida por el derrumbe de la escala de valores».
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