La Iglesia ortodoxa rusa se expande en África tras crear recientemente el nuevo Exarcado africano del patriarcado ruso, dividido en 2 diócesis, la de África del Norte y África del Sur, por lo que el clero ruso-africano estará jerárquicamente subordinado al obispo de Ereván —Armenia— Leonid, quien fue elevado a metropolitano titular de Klinsk en Bielorrusia, al unir en su persona todas las latitudes del ‘mundo ruso’. El Patriarcado de Moscú recibió, en el Sínodo a fines de 2021, a 102 sacerdotes pertenecientes al Patriarcado griego de Alejandría que hasta ese momento prestaban servicio en 8 países africanos, quienes no aceptaron el reconocimiento de la Iglesia autocéfala ucraniana que en diciembre de 2019 provocó la ruptura de las relaciones eclesiásticas entre Moscú y Alejandría de Egipto.
Colabore con Verdad en Libertad
Indicó que la decisión se fundamentó en «la constatación de que resulta imposible seguir rechazando la solicitud de estos clérigos alejandrinos». Anteriormente, el Sínodo Patriarcal ya había examinado la cuestión, cuyo debate se planteó tras la concelebración del patriarca de Alejandría, Teodoro II —Choreutakis—, con el metropolitano autocéfalo de Kiev, Epifanyj —Dumenko—, en la isla turca de Imbros en agosto pasado y fue severamente condenada por la Iglesia ortodoxa rusa. De este modo, la Iglesia ortodoxa rusa se expande en Egipto, Sudán, Etiopía, Eritrea, Yibuti, Somalia, Chad, Camerún, Nigeria, Libia, África Central y Seychelles.
El patriarcado de Alejandría es el segundo en dignidad en la lista de las 14 iglesias reconocidas en la comunión universal, según los dípticos litúrgicos ortodoxos. El patriarca Teodoro II era considerado uno de los más cercanos a su hermano moscovita Kirill. En 2018 visitó su antigua iglesia de Odessa y prometió defender a los ‘moscovitas’ incluso frente a otros ortodoxos, pero después se alineó con las posiciones del patriarca ecuménico de Constantinopla, Bartolomé I —Archontonis—. Tal como pasó en años anteriores del patriarcado de Kirill, el Sínodo de fin de año fue la oportunidad para realizar numerosos cambios en las sedes patriarcales.
Puede interesarle: Patriarca Kirill: «La situación en el mundo ortodoxo puede definirse como crítica».