El cardenal y prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, Marcello Semeraro, presidió la ceremonia en la que beatifican a la joven laica Sandra Sabattini, «artista de la caridad» por su vida cristiana y el grado heroico de sus virtudes, en la basílica de la catedral de Santa Colomba, en Rimini, Italia, el domingo 24 de octubre. Sabattini falleció en 1984 cuando tenía 22 años, tras ser atropellada por un automóvil que circulaba a gran velocidad. Tras la lectura del decreto de beatificación, se colocó junto al altar de la catedral una reliquia de Sabattini para la veneración de los fieles, una parte de un mechón de pelo que conservó Guido Rossi, su novio. La nueva beata es considerada la ‘primera novia beata’ de la Iglesia —en tiempos actuales, sin pasar por el martirio—.
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«Sandra fue una auténtica artista. Aprendió muy bien el lenguaje del amor, con sus colores y su música. Su santidad fue su apertura a compartir con los más pequeños, poniendo al servicio de Dios toda su joven vida terrenal, hecha de entusiasmo, sencillez y gran fe», precisó el purpurado en la Misa en la que beatifican a la joven Sandra Sabattini. Recordó que ella, dedicada a ayudar a discapacitados y drogadictos, «acogía a los necesitados sin juzgarlos porque quería comunicarles el amor del Señor». Destacó que la caridad de la nueva beata, quien era hija espiritual del sacerdote Oreste Benzi, fundador de la Comunidad Papa Juan XXIII, fue «creativa y concreta». «El deseo de servir a los pobres no surgía en ella de una cuestión emotiva para hacer beneficencia, sino de una fuente espiritual, el amor de Dios», aseguró Semeraro, al citar a biógrafos de la joven que también era estudiante de medicina. «Leyendo su diario se puede ver que la suya era una vida entregada a la caridad», sostuvo.
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La beata Sabattini empezó a escribir su diario a los 11 años y allí se encuentran sus pensamientos espirituales. A los 14 años conoció al padre Oreste Benzi, fundador de la Comunidad Papa Juan XXIII, dedicada a atender a pobres y marginados. «Nos hemos roto los huesos, pero esa es gente a la que nunca abandonaré», indicó, tras una experiencia misionera con esta comunidad. El Papa Francisco recordó después del rezo del Ángelus en la Plaza de San Pedro a la nueva beata Sabattini. «Joven alegre, animada por una gran caridad y por la oración diaria, se dedicó con entusiasmo al servicio de los más débiles por la senda del carisma del Siervo de Dios, el padre Oreste Benzi», destacó el Pontífice.
En italiano.
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