Las religiosas dominicas de la Congregación de Santa Catalina de Siena, que son reconocidas por su servicio a la educación en la zona desde hace más de 130 años, construyen un nuevo colegio secundario y una capilla para resurgir la fe y promover el desarrollo local en Qaraqosh, la principal ciudad cristiana de la Llanura de Nínive, Irak, que durante años estuvo bajo el terror del Estado Islámico. Las monjas fueron unas de las primeras en regresar a Qaraqosh para trabajar en la restauración de la comunidad cristiana, lo que animó a muchos cristianos a retornar a su tierra natal.
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La priora de la congregación dominica, sor Clara Nas, precisó a la fundación Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN) que desde 2016 desea con construir un colegio local de nivel secundaria. «Nuestro objetivo era proporcionar a los jóvenes un lugar de reconciliación y curación después de la terrible experiencia de años de desplazamiento forzado a causa del Estado Islámico», aseguró. Nas solicitó en 2018 el apoyo de ACN y de la Cancillería Federal de Austria, y ambas instituciones se comprometieron a contribuir en la construcción del nuevo colegio. Aseguró que las familias recibieron la noticia de la iniciativa con «una inmensa alegría», dado que una de las «mayores preocupaciones de los que habían regresado o de los pensaban regresar era la educación de sus hijos». La monja indicó que «antes de la invasión del Estado Islámico, las religiosas ya dirigían la escuela primaria Al-Thaira», y cuando viajaron a Erbil como refugiadas, continuaron con su misión al enseñar a los niños desplazados «en colegios provisionales construidos en contenedores de metal».
Las #HermanasDominicas de #SantaCatalinadeSiena se dedican a la #educación de los #niños iraquíes en las #LlanurasdeNínive desde 1980. En 2017, reabrieron la #escuela primaria de #Qaraqosh y gracias al apoyo de ACN, construyeron una escuela secundária https://t.co/icmbiZAX4u pic.twitter.com/zugeDpBDXc
— ACN International (@acn_int_es) September 16, 2021
ACN precisó que se espera que el colegio de nivel secundaria de 3 pisos «abra sus puertas el 1 de octubre con una capacidad de 625 alumnos de entre 13 y 18 años». «Como hermanas dominicas, confiamos en que la educación ilumina la mente y abre el corazón a la verdad. Por eso lanzamos este proyecto de abrir un nuevo instituto de secundaria en un pueblo donde los jóvenes necesitan desesperadamente un ambiente intelectual sano», reflexionó la religiosa. El nuevo colegio, que construyen las religiosas dominicas, contará con un campo de deportes que estará a disposición de todos los jóvenes de la zona, incluidos los que no asisten a la escuela. Además, traerá nuevas oportunidades de empleo a la población local, dado que además de los hasta 200 ingenieros, constructores y obreros contratados, se ofrecerá trabajo a profesores y personal no docente de la zona. Las monjas explicaron que planean tener una capilla y un capellán en su nueva escuela, por el gran soporte espiritual que brinda a los jóvenes.
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