Voluntarios católicos asisten a los pobres y los sintecho, que son los que más sufren por el COVID-19 en Vietnam. Actualmente, la ayuda que brindan las asociaciones católicas permiten a los vendedores ambulantes, los barrenderos y los pequeños comerciantes hacer frente a las dificultades en este tiempo de pandemia. El domingo 13 de junio se registraron 293 nuevos contagios en Vietnam, lo que eleva el número de infectados a 10.630.
Colabore con Verdad en Libertad
«El padre Joseph Lê Quang Uy, de la congregación del Santísimo Redentor, junto con algunos voluntarios, prepara comidas para los pobres del barrio 3 días a la semana», precisó Anna Huyền Trang, una periodista local que cuenta las actividades que realiza la comunidad católica de Ho Chi Minh. Esta situación se repite en otros puntos de la ciudad gracias a la labor de los voluntarios católicos que asisten a los pobres. «Llevamos muchos años ayudando a las personas que viven en condiciones difíciles, intentando que todos reciban comidas gratuitas y cuidados. Sin embargo, en las 2 últimas semanas hubo muchos casos de COVID-19 y esto genera gran preocupación», aseguró un voluntario.
Los comedores de las asociaciones católicas respetan las directrices del Ministerio de Salud, por lo que en cada mesa se pueden sentarse entre 3 y 5 personas. El presbítero Lê Quang Uy indicó que los que más sufren esta situación son «los pobres, los ancianos que viven solos, los discapacitados, los trabajadores, los vendedores ambulantes, la gente de la calle». «Las obras caritativas se llevan adelante con éxito gracias a la participación y el apoyo de los voluntarios. Hay quienes nos apoyan económicamente y otros donan agua y alimentos. En los distintos distritos conseguimos atender entre 200 y 300 personas», precisó.
Puede interesarle: Católicos de Vietnam dan alimentos y atención médica gratuita a 2.000 pobres y discapacitados.