El arzobispo Víctor Manuel Fernández, emitió recientemente un comunicado interno sobre la restricción gubernamental a las Misas que, según confirmaron a nuestra redacción desde el arzobispado de La Plata, no había sido escrito para salir a la luz pública. Puesto que la agencia de noticias AICA se ha hecho eco del mismo, Verdad en Libertad lo ofrece a sus lectores. En este comunicado, el Arzobispo Fernández afirmó que le «parece extraño que se considere un culto religioso más peligroso que una actividad deportiva», y que solicitó al gobierno de la provincia de Buenos Aires, a cargo de Axel Kicillof, que evalúe la posibilidad de ampliar la actual restricción de un máximo de 10 fieles para las celebraciones litúrgicas al aire libre. Precisó que el requerimiento establecido en las medidas por el COVID-19 es «muy abusivo y completamente desproporcionado», tras explicar que días atrás se dirigió a la Jefatura de Gabinete bonaerense.
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COMUNICADO INTERNO
Arzobispo Fernández: «Es extraño que se considere un culto religioso más peligroso que una actividad deportiva»
«Días atrás, me dirigí a la Jefatura de Gabinete de la provincia de Buenos Aires para manifestar mi perplejidad por la reducción a un máximo de 10 personas para los actos de culto al aire libre.
Le transmití que hasta ahora, siempre hemos hecho enormes esfuerzos para acatar y explicar las medidas sanitarias. Yo mismo hice una carta fundamentando las atribuciones de las autoridades aun cuando se trata de actos de culto, pero esto supone que se trate de medidas racionales. Tensar tanto la cuerda no nos ayuda. Basados en la actividad permitida 104, del decreto nacional, ya estábamos celebrando las Misas al aire libre con 20 personas, y así lo estábamos haciendo, con distancias de más de dos metros entre personas o burbujas. Para hacerlo, los sacerdotes han celebrado muchas Misas en distintos horarios de manera que pudiéramos cubrir mínimamente la demanda, al menos de las personas que más lo requieren.
Reducir ahora ese número para la fase 2 y aun para la 3, a sólo 10 personas, nos parece a todos muy abusivo y completamente desproporcionado. Y esto se plantea no desde el punto de vista de la fe, sino desde la misma evidencia racional. Nos parece extraño que se considere un culto religioso más peligroso que una actividad deportiva. No pedimos que se consideren los actos del culto desde el punto de vista de la fe. Pero con una mirada meramente humana se advierte que 20 o 30 personas a dos metros de distancia en una Misa al aire libre no tienen riesgo de contagio.
Se ignora un hecho constatable: la Misa es un acto muy estático. La gente no se mueve, no hablan entre sí, no se tocan, no hay interacción. La única interacción que existía era el saludo de la paz que se ha quitado. En un partido de fútbol, en cambio, hay contacto, cercanía interpersonal, se tocan, se gritan, se respiran encima, y los riesgos son claramente diferentes. Aun los grupos de personas que se juntan a merendar en una plaza, tienen mucho mayor contacto que en una Misa. De hecho, en algunos de los decretos emanados hasta ahora se insinuaba una distinción, pero en estas últimas medidas ha desaparecido y no vemos que esto sea razonable.
Si se quiere obrar de manera realmente razonable y científica, entonces lo racional sería distinguir los actos de culto de otros tipos de reuniones, y habilitar un número mayor de personas que haga que la norma sea realmente practicable».
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