El obispo de Zárate-Campana, Pedro Laxague, precisó que «el primer ninguneado es Cristo, nosotros tenemos que seguir anunciándolo», tras reflexionar que «muchas veces sentimos el peso del desconocimiento o del ninguneo que estamos sufriendo en la sociedad, los medios», en un reciente videomensaje por el Domingo del Buen Pastor y la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones.
Colabore con Verdad en Libertad
Indicó que «tantas veces nosotros vemos cosas hermosas que suceden en nuestras comunidades, cuando visitamos enfermos, cuando escuchamos los testimonios de grandes y chicos, nos sentimos contentos, pero no nos olvidemos que esto sucede por el nombre de nuestro Señor Jesucristo». Recordó que «los apóstoles lo tenían claro cuando empezaron a predicar: siempre Jesucristo es el autor de la salvación, es el autor de estos milagros que acontecen a través de nuestro ministerio». «San Juan dice: Miren cómo nos amó el Padre, quiso que nos llamáramos hijos de Dios. Y si el mundo no nos reconoce, es porque no lo ha reconocido a Él», citó el prelado.
«Muchas veces sentimos el peso del desconocimiento o del ninguneo que estamos sufriendo en la sociedad, los medios. No nos asustemos. El primer ninguneado es Cristo, nosotros tenemos que seguir anunciándolo», exhortó el obispo Laxague. Al reflexionar sobre el buen pastor, sostuvo que este tiene que llegar a las otras ovejas, que no están en el corral. «A veces nos preocupamos mucho de las que están en el corral, de las que nos asignó el obispo en la parroquia. Todo esto es para ir reflexionando sobre nuestra misión», consideró. «El pastor es aquel que sabe que entrega su vida por los demás, y no que los demás le están sacando el tiempo, lo están agotando, que muchas veces lo sentimos los pastores nombrados por la Iglesia, a veces nos sentimos agobiados por la tarea». «Tenemos que reflexionar esa frase, yo doy mi vida para recobrarla», indicó, tras animar a «dar la vida, entregarla con alegría y con amor».
Puede interesarle: Obispo Uriona: «Pidamos a Dios por las vocaciones porque hay carencia de sacerdotes».