En China existen oficialmente 4 iglesias ortodoxas ‘autónomas’, pero no se reconoce a esa Iglesia como organización, ni nacional ni local. El patriarcado de Moscú, que desempeña una función subsidiaria de asistencia por un acuerdo de 1997 con las autoridades chinas, confía en lograr una negociación en un futuro próximo, tras asegurar que varios cientos de miles de rusos viven actualmente en China. Pretende unificar bajo la Iglesia autónoma a los ortodoxos de todas las etnias, al comenzar con los rusos y demás eslavos. Dmitry Petrovsky, colaborador del Departamento Patriarcal de Relaciones Exteriores, informó acerca de las ‘Negociaciones ruso-chinas sobre la cuestión de la Ortodoxia en China’, durante una conferencia en la Universidad Ortodoxa ‘San Tikhon’ de Moscú, el principal instituto eclesiástico del país, el 25 de marzo pasado.
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Petrovsky, que habló el 7 de abril pasado sobre este tema con los corresponsales de Blagovest-Info, sostuvo que las perspectivas de la Iglesia ortodoxa en Beijing no son tan prohibitivas. Los ortodoxos atribuyen la difusión del cristianismo en el imperio del Sol Naciente a la predicación del apóstol Tomás, recordando antiquísimos monumentos como la estela nestoriana del siglo VIII en Chang’an —más tarde Xi’an—, la capital de China bajo la dinastía Tang. Enfatizó que Rusia entra en contacto con China tras la invasión tártaro-mongol de los herederos de Genghis Khan en el siglo XIII, cuando el príncipe ruso Alexander Nevsky fue a Karakorum varias veces para presentarse ante el Khurultai, la asamblea de los Khans, y visitó los territorios de China donde gobernaba la dinastía Yuan. En 1685, con la misión del sacerdote ortodoxo Maksim Leont’ev, se inauguró oficialmente la misión rusa en Beijing, donde en 1696 se consagró la primera iglesia de Santa Sofía. La presencia ortodoxa fue importante para cientos de miles de rusos que emigraron a China después de la revolución de 1917.
Afirmó que la perspectiva de una Iglesia ortodoxa china autónoma se planteó después de la formación de la República Popular China en 1949, cuando el patriarca de Moscú Alexei I encomienda esta tarea al arzobispo ruso de Beijing Viktor —Svyatin—, pese a que los sacerdotes ortodoxos de etnia china eran muy pocos. En 1954 se instituyó la Iglesia ortodoxa china, que obtuvo la autonomía del patriarcado de Moscú 2 años después. Más de 100 iglesias y edificios anexos pasaron a ser propiedad del Estado, a excepción del territorio de la iglesia de los Santos Mártires de la embajada soviética en Beijing, que fue destruida. La misión ortodoxa china logró sobrevivir fuera de las fronteras de China comunista con la formación de la Iglesia ortodoxa en Japón, que a su vez obtuvo la autonomía de Moscú. Por otro lado, en China hubo un acuerdo con las autoridades comunistas que llevó en 1957 a la ordenación del obispo de Beijing Vasilij —Yao—. La Iglesia ortodoxa china quedó silenciada después de la Revolución Cultural, pero en la década de 1980 comenzó un lento renacimiento con el envío de sacerdotes rusos a Harbin, donde el padre Grigorij —Chu— obtuvo en 1984 la autorización oficial para ejercer el ministerio.
El primer jerarca ortodoxo de Moscú que volvió a visitar China, en 1993, fue el entonces metropolitano de Smolensk, Kirill, actual patriarca de Moscú. Petrovsky aseguró que actualmente la Iglesia ortodoxa china no tiene obispos y cuenta con la asistencia de un pequeño número de sacerdotes. La Iglesia ortodoxa rusa tiene la competencia del patriarcado de Constantinopla, con el cual actualmente están suspendidas las relaciones de comunión eclesial. En 1996, Constantinopla abrió la metropolia de Hong-Kong y el sudeste asiático, que abarca el territorio chino. La disputa entre Moscú y Constantinopla sobre China es anterior al conflicto de los últimos años. En 2013, el Patriarca Kirill volvió a visitar China, 20 años después. «Hasta la fecha es el único líder religioso mundial que se ha reunido con el presidente de la República Popular China», afirmó Petrovsky. El diálogo con las autoridades chinas permitió invitar a algunos candidatos chinos al sacerdocio a los seminarios rusos, y 2 de ellos fueron recientemente ordenados y trabajan en su país. El metropolita y presidente del Departamento de Relaciones Eclesiásticas Exteriores del Patriarcado de Moscú, Hilarión de Volokolamsk —Alféyev—, realizó varios viajes a China y prepara otro a Xinjiang, donde todavía quedan 2 iglesias rusas en Urumqi y Kuldzhe.
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