El arzobispo de Vancouver, Canadá, Michael Miller, denunció que «no se permiten las reuniones para el culto en cantidades limitadas donde se cumplen todas las precauciones de seguridad, mientras que los bares, restaurantes y gimnasios pueden permanecer abiertos con medidas que ya no son seguras», durante la Misa por la Solemnidad de Cristo Rey, en la catedral del Santo Rosario. Criticó la decisión del gobierno de prohibir Misas como parte de un plan para detener en la provincia de Columbia Británica el avance de la pandemia de coronavirus.
«Eso es simplemente desconcertante», aseveró. «Como mencioné en la carta escrita el jueves pasado: ‘Con la orden de hoy, parece que las instituciones religiosas no están siendo tratadas con la misma consideración, respecto al aforo, en comparación a las reuniones seculares en interiores'», afirmó el arzobispo de Canadá, al reiterar que «no se permite el culto, mientras restaurantes y gimnasios pueden permanecer abiertos». Enfatizó que «ninguna de las 78 parroquias fue el lugar de un brote comunitario del virus» en los últimos 6 meses, debido a que se acataron «escrupulosamente todas las precauciones».
«No se presentó ninguna evidencia que nos ayude a comprender por qué la adoración en las iglesias católicas debe reducirse de su estado actual para no ejercer presión sobre nuestro sistema de atención médica, un sistema que ciertamente necesita ser protegido por el bien común», indicó. «Limitar la libertad religiosa de los creyentes al culto es un asunto muy serio, ya que dicha libertad está específicamente protegida en la Carta de Derechos y Libertades de Canadá», Desde el 20 de noviembre hasta el 7 de diciembre, las Misas de Columbia Británica se celebran sin presencia de fieles. Se pueden realizar funerales, bodas y bautismos si asisten menos de 10 personas.
The reason why gathering for worship in limited numbers where all safety precautions are met is not allowed, while bars and restaurants and gyms can remain open with measures that are no more safe, is simply baffling. 11/17
— Archbishop Miller (@archbmiller) November 22, 2020
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